PARTE
DIECIOCHO
Al llegar la noche, Daniel y
Camila acuestan a los gemelos en la recamara que se les había asignado para
ellos y Agatha, esta solo quedaba a unos pasos de la recamara de ellos. Después
de que los niños estaban dormidos, Camila prende el monitor para poder
escucharlos desde su habitación. Al entrar a la recamara de ellos, Daniel
sorpresivamente toma a Camila por la cintura y la levanta para llevarla a la
cama, Camila lo abraza fuerte y lo empieza a besar. Primero el beso fue
juguetón, con una que otra risita. Daniel la cargo por unos segundos
disfrutando de los labios de Camila de
su sabor a vino tinto que había probado en la cena.
-Soy el hombre mas feliz de la
tierra. Tengo a la mujer que amo en mis brazos, y a los hijos mas hermosos y sanos
durmiendo en sus cunitas y sobre todo, tengo el amor de esta bellísima mujer
que de solo verla me vuelve loco.- le decía Daniel.
-También tienes otra cosa, mi
amor-
-A, si? Que mas puedo tener que
haga que me vuelva loco?-
-Mi cuerpo. Porque esta noche
quiero hacer el amor contigo.-
-En serio? Porque yo también me
muero por hacerte el amor.-
Entonces Daniel la recuesta sobre
la cama lentamente sin dejar de verle los labios, espero, tenerla debajo de su
cuerpo para comenzar a besarle el cuello primero, haciendo que Camila se
encendiera. El respirar de él sobre su cuello se hacia mas lento, los labios
cálidos de Daniel erizaban todo el cuerpo de Camila. Él, entonces toma de las
muñecas de ella y las levanta sobre su cabeza, tomándola muy fuerte como si la
quisiera someter. Camila acepta el juego de Daniel dejándose someter y moviendo
su cabeza de lado izquierdo exponiendo más su cuello para permitirle a él
seguirla besando y respirándole sobre su oído. Daniel entonces levanta su
cuerpo para poder quitarse la camisa, Camila mientras tanto aprovecha a besarle
el pecho y acariciarle sus pectorales. Ahí mientras ella besaba su cuerpo, el
tomo de la blusa de Camila y se la quito aprovechando así su espalda expuesta
para desabrocharle el sexy brazier morado que tenia puesto. Una vez que le
quito el esclavizarte Brazier que mantenía oculto sus hermosos y voluptuosos
senos, El hiso su cuerpo hacia adelante, obligándola a ella a recostarse sobre
su espalda y así poder verla por unos segundos. La mirada de Daniel se había
convertido en un hombre con deseos de poseer a la mujer que tenia enfrente y de
amarla por toda la vida. El acerco entonces sus labios a los de ella sin
besarlos a un, ambos se miraron a los ojos por unos segundos y sin decir ni una
palabra se decían tanto, Daniel con la mirada le decía “te deseo” y Camila con
su mirada le decía “Tómame” entonces sus labios se unieron en un beso
apasionado, en donde las risitas y los juegos de hace unos momentos se habían
apagado y ahora solo se escuchaba el agitado respirar de los dos. Daniel la
besaba con furor, queriendo no soltarla, Camila lo agarraba del cabello
apretando fuerte mente los mechones que tomaba entre sus dedos. Después de despojarse
del resto de la ropa que en ese momento les estorbaba, Daniel entonces sintió
que ella estaba lista para recibirlo y lentamente comenzó a penetrarla. Camila
al sentir como Daniel iba entrando en ella, cerró sus ojos por la sensación de
placer que esto le causaba y no pudo evitar soltar un pequeño gemido que a
Daniel le pareció muy excitante. El voluptuosos cuerpo de Daniel tenia cautivo
al frágil y pequeño cuerpo de Camila debajo de él, sus piernas abrasaban la
cintura de Daniel que se meneaban al ritmo del vaivén cada ve mas rápido y cada
vez mas fuerte que él hacia al estarla penetrando. De pronto la pasión los
lleva a cambiar de posición, el se cambia dejando a Camila montada sobre el,
permitiéndole verla mientras ella meneaba sus caderas ayudada por ambos brazos
de Daniel que la sostenía de la cintura y así logrando llegar al clímax de su
pasión. Camila solo se dejo caer sobre el pecho de Daniel y el teniendo a su
mujer recostada sobre el, tomo la sabana y la cubrió extendiéndola sobre ellos,
que aunque sus cuerpos estaban bañados en sudor, se podía sentir la temperatura
descender poco a poco. Y así se quedaron, ella se quedo dormida en esa posición
arrullada por los latidos de su corazón, y el solo le acariciaba su mejilla
suavemente, removiendo el cabello húmedo que se le había pegado sobre su bello
rostro.
Nadie se dio cuenta, pero Miriam
los había escuchado detrás de la puerta, ella quien se dirigía al cuarto de los
niños solo para darle un beso a Agatha, tuvo que pasar por la recamara de
Daniel y Camila y sin querer alcanzo a escuchar los besos y gemidos a través de
la puerta. Miriam no pudo evitar
sentirse triste, era la voz de su hombre que le decía a alguien mas que la
amaba. Entonces supo que no podía quedarse mucho tiempo.
-Camila debió haber pasado por lo
mismo viéndonos a el y a mi juntos. Pero ahora entiendo porque desde que
llegue, Daniel nunca me toco.-
Miriam entro a la recamara de los
niños, había tres cunas, en una de ellas dormía tranquilamente Agatha, ella se acercó
para verla, su hija estaba creciendo, ya no era la misma bebita que había
dejado meses atrás, ella ya caminaba, su cabellito era mas largo. La niña
dormía abrazada de un torito de peluche que Camila le había regalado.
-Hija.- le decía Miriam a su bebé
en voz bajita para no despertarla. –Perdóname por haberte abandonad así, yo
debí ser fuerte para por ti, debí haberte llevado contigo y nunca dejarte sola.
Pero ahora que te veo tan hermosa y tan radiante, se que no pudiste haber
estado en un mejor hogar que con tu papá y con Camila. Ella es una excelente
mujer y se que la has llegado a querer como si fuera tu mamá. Pero mi vida, yo
soy tu mami y yo te necesito mucho en mi vida.-
Miriam nunca se percato que en
medio de una mesita estaba un monitor con el que Camila y Daniel podías
escuchara a los bebés cuando se despertaran, Entonces en la otra recamara ellos
escucharon a Miriam hablarle a su hija.
Daniel y Camila seguían
abrazados, el detrás de ella cubriéndola con sus fuertes brazos y ella
recercada e uno de ellos, ambos estaban despiertos, escuchando la voz de Miriam
sin hacer ningún comentario al respecto.
Mientras tanto Dionisio sin que
nadie se diera cuenta entro al rancho, venia manejando un vehículo muy viejo y
maltratado, en la cajuela saco un par de botes pesados cargando uno en cada
brazo deteniéndose cada varios pasos para descansar de lo pesados que eran.
Luego lentamente entra a la casa tratando de no hacer ruido y deja uno de los
botes en medio de la sala, el otro lo sigue cargando hacia la cocina y lo abre
dejando tirar su contenido por todo el suelo. Era gasolina, su plan era incendiar
la casa para acabar con todos los que estaban en el rancho, si el rancho no es
para el, no será para nadie.
Empieza a mojar todo a su
alrededor con la gasolina, empezando por la cocina, para luego seguir con el
despacho, la sala y todo lo que pudiera, especialmente las puertas de salida.
Mojando todo se termino los dos botes, entonces una vez que deja mojado todo a
su paso hacia la salida, enciende un cerillo y lo arroja hacia la puerta,
prendiendo fuego inmediatamente al contacto con el peligroso liquido. Dionisio
se queda unos momentos ahí, apreciando su ultima obra de arte ante sus ojos, el
fuego le daba un cierto placer y entonces su sonrisa tan particular empezó a
resonar por el patio.
El fuego se avivaba cada vez mas, el humo se intensificaba, pero
en el segundo piso parecía que aun nadie se había dado cuenta de lo sucedido.
Mientras tanto en la recamara,
Daniel y Camila hablaban sobre Miriam y lo que habían escuchado por el monitor,
ella aun seguía en la recamara, pero ahora solo se escuchaba que le cantaba una
canción de cuna. Pero de pronto, Miriam detuvo su canción.
-Dios mio, que es eso!?- dijo en
voz alta al percatarse que afuera de la puerta se alcanzaba a ver el reflejo de
una luz ámbar. Ella salió de a recamara y se asomo hacia el pasillo donde
alcanzo a ver una espesa cortina de humo y el olor asfixiante a quemado.
-Oh Dios miso, se esta quemando
la casa!- Grito fuertemente Miriam metiéndose inmediatamente a la recamara de
los bebes y cerrando la puerta con
terror en sus ojos. Daniel y Camila escucharon lo que dijo y salieron
inmediatamente encontrándose a la salida de su puerta con la misma visión de
Miriam. El humo se empezó a ser tan fuerte y a cubrir todo que ya les resultaba
imposible ver claramente por el pasillo.
-Los niños!- Grito Camila
corriendo hacia la recamara de ellos, tropezando un par de veces y cubriéndose
la boca para poder respirar un poco mejor. Daniel por su parte intento bajar
por las escalera para poder ver de donde provenía el fuego, pero solo le basto
asomarse un poco para darse cuenta que todo el primer piso estaba en llamas.
Entonces el regreso a lado de Camila que estaba intentando entrar a la recamara
de sus hijos, pero la puerta estaba cerrada, Miriam en su desesperación cerro
con seguro la puerta.
-Miriam abre la puerta!- le
gritaba Camila con desesperación una y otra vez golpeando con fuerza para ser
escuchada. Para cuando llego Daniel, el intento tirar la puerta con el peso de
su cuerpo golpeándola repetidamente con su brazo, gritando una y otra vez que
abriera la puerta.
Los tres niños entonces
despertaron por los gritos y los tres comenzaron a llorar, esto hizo que Camila
se desesperara más por abrir la puerta. Miriam tomo a los bebes y a Agatha
sacándolos de las cunas y arrinconándose en una esquina de la recamara sin
dejar a Camila ni a Daniel entrar. Ella estaba como en shock, su mirada era te
pánico, pero no gritaba, no decía nada, solo lloraba de miedo.
El fuego empezó a subir por el
pasillo, el calor ya se podía sentir muy cerca, era insoportable, el humo hacia
muy difícil la respiración, Camila estaba por perder el conocimiento por falta
de oxigeno, entonces Daniel que ya estaba algo débil, con mucho esfuerzo
levanto a Camila y la llevo a la ultima recamara que estaba en el pasillo para
alejarla del fuego, abrió la ventana para que le entrara aire, desde esa
ventana pudo ver a todos los trabajadores que habían logrado salir, entre ellos
estaba Rodolfo e Hipólito. Daniel entonces les grito.
-Ayuda! Rodolfo necesito ayuda-
estos al ver a Daniel se acercaron hacia la ventana, pero una fuerte explosión
de una de la ventada debajo de donde estaba Daniel hiso que los muchachos
retrocedieran.
Rodolfo entonces le dice a
Hipólito que se traigan la escalera grande que esta en la bodega, necesitaban
ponerla por la ventana para permitir que Daniel salga. En cuestión de segundo
entre varios de los vaqueros regresaron con una larga escalera que la colocaron
al pie de la ventana. Aunque el fuego podía quemar parte de la base de la
escalera, Daniel tenía que bajar rápido para poder estar a salvo, entonces
haciendo un esfuerzo mas, sube a Camila que estaba inconsciente, sobre su
hombro y empieza a salir. Ahí es donde los muchachos se dan cuenta que Daniel
no estaba solo y se acercan lo mas que pudieron para ayudarlo, logrando asi
llegar hasta abajo y entregando a Camila a Hipólito para que la pusiera a
salvo, entonces le pide ayuda a Rodolfo para cambiar la escalera, tenían que
llevarla hacia la otra ventana donde estaba Miriam con los bebés.
Inmediatamente todos los vaqueros se acomidieron a ayudar a pesar que la
situación se estaba poniendo mas peligrosa.
La escalera estaba en posición, y
Daniel quiso subir, pero la falta de oxigeno lo había dejado muy débil,
entonces de la nada sin que nadie se lo esperara, entra Dante que afortunadamente
se había quedado en la Malquerida después de la fiesta y por suerte se había
salido a caminar al lago, pero la luz de las llamas lo hicien regresar,
llegando exactamente cuando Daniel estaba a punto de subir la escalera pero de
lo débil solo cayo al piso antes de poder subir el primer escalón. Dante sin
pensar en las consecuencias sube rápidamente escalón por escalón llegando a la
base de la ventana que estaba cerrada. El entonces cubre su puño con el suéter
que traía puesto y golpea un par de veces el virio quebrándolo para poder
entrar. De pronto todos abajo lo pierden de vista en el momento que entra a la
habitación. En el momento en que entra, una fuerte llamarada sale por la misma
ventana, a lo cual Rodolfo comienza a escalar la misma escalera por donde entro
Dante, llegando hasta la habitación, desde afuera se escuchaban el llanto de
los bebés. Rodolfo y Dante entonces se encuentra con Miriam aferrada fuerte
mente a los bebés y cubriéndolos con su cuerpo, una viga de fuego los separaba
era tan intensa que no podían cruzarla. De pronto Miriam empezó a gritar muy
fuerte, una de las llamas la estaba alcanzando por la espalda, Dante entonces
se quita el suéter y con eso intenta bajar la llama por un segundo solo para
poder cruzar, la ropa de Miriam tenia fuego por su espalda, Dante toma una
sabanita de los bebés y le cubre la espalda para sofocar el fuego. Luego toma a
los tres bebes y se los da a Rodolfo tomando a los gemelos de un brazo y a
Agatha con el otro, aunque su forma de tomarlos no era nada seguro, en
cualquier movimiento los pequeños podían caer de sus brazos. Rodolfo logra
llegar de nuevo a la escalera y bajarla con los tres niños a salvo, por otro
lado Dante al igual que Daniel, bajo a Miriam en su hombro quien todavía seguía
consiente pero en shock.
Los paramédicos y la policía
llegaron en cuestión de minuto, atendiendo a Camila que estaba inconsciente y
Miriam que tenia quemaduras graves en su espalda, Daniel había logrado
recuperar el aire, Dante y Rodolfo tenían quemaduras leves. Desde unos metros
de distancia de la casa, podían ver como las llamas consumían todo, los
bomberos llegaron a apagar el fuego, pero toda la casa por dentro estaba
destruida.
-Patrón Daniel!!- se escuchaba
que gritaban desde lejos –patrón Daniel.- gritaron unos vaqueros que venían
acercándose a el. –Patrón, los muchachos allá tiene a alguien que dicen que lo
vieron entrar a la malquerida con unos botes. Dicen que cuando empezó el fuego,
este se les andaba pelando pero lo agarraron, allá lo tienen en los corrales,
para allá corrió el señor cuando lo estaban siguiendo.
La policía junto con Daniel
corrieron hacia los corrales, donde un par de ellos tenían sometido a un
hombre, Daniel al acercarse se dio cuenta que ese hombre era Dionisio.
-Maldito desgraciado.- se acercó
Daniel dándole un golpe en seco en la cara a Dionisio, este empezó a sangrar de
la nariz, pero lo único que hiso fue reír.
-Si la Malquerida no es para mi,
no será de nadie!- decía el burlándose de risa frente a Daniel., este quiso
darle otro golpe pero esta vez lo detuvieron.
-Déjelo en manos de la policía
patrón, Deje que se lo lleven- le decía uno de los vaqueros.
-Esta vez no te vas a salir con
la tuya, por fin te vamos a refundir en la cárcel por el resto de tu vida-
-Si tal vez, pero pude acabar con
el rancho y con tu bella Camila.-
-Camila esta a salvo imbécil.- le
contesto Daniel con coraje
-Que?! No puede ser! Camila tiene
que morir, si no es mi mujer, no será tuya. Camila va a morir.- le gritaba
Dionisio mientras la policía lo esposaba y se lo llevaba a jalones a la
patrulla. A Daniel no lo quedo mas que observar con alegría como se lo
llevaban, que por fin después de todo el daño, ya Dionisio estaría en la cárcel
pagando todo el daño.
La mañana siguiente, Camila
despertó en el hospital de Metepec, a su lado estaba Daniel que se había
quedado dormido en el sillón. Le tomo unos momentos recordar lo sucedido e
inmediatamente despertó a Daniel preguntando por sus hijos.
-Ellos están bien mi amor, no te
preocupes, los reviso el medico y están bien gracias a Miriam que los protegió
con su cuerpo.-
-y como esta ella?- le pregunto
Camila
-Pues esta delicada, las quemadas
de su espalda son muy graves, dicen los médicos que la recuperación será lenta
y dolorosa, pero que se puede salvar.-
Esa misma tarde Camila, Daniel,
Agatha y los gemelos pudieron salir del hospital, solo que ya no había a donde
regresa, la casa de la Malquerida estaba destruida completamente, ya no tenían
nada. Así que no les quedo mas remedio que irse a la casa del pueblo junto con
Agustina.
-Daniel, como quedo la
Malquerida? Que paso con los toros?- Le pregunto Camila angustiada.
-El rancho esta bien, los toros
están a salvo, lo único que se quemo fue la casa grande. Todo lo demás sigue
intacto, incluyendo la capilla y tu cabaña.-
-Nos costara mucho poderla
reconstruir, tal vez sea hasta imposible.-
-No te preocupes mi amor por eso.
Ya veremos como le hacemos, si no podemos construir algo grande como lo era,
pues haremos algo pequeño, pero lo importante es que estamos a salvo.
PARTE 19 GRAN FINAL!!!!!
Pobre Miriam :( y ojalá le des un castigo peor que la cárcel para Dionisio ... Ya quiero leer el final :D
ResponderEliminarMe encato ... sera que podras poner una escena de ballo de camila y daniel :)
ResponderEliminarMe gusto muchooo... Pobre Miriam, porque tambien se termina? yo no quiero que se termine! :C Que Dionisio lo maten en la carcel! :$
ResponderEliminarEspero que se salve mirian. Se merece una segunda oportunidad.Me encanto la pasion de camila y daniel espero que haya otra pronto por que es lo unico que alegra mi dia .y mi frace de siempre yaaa parte 19 pido mucho jaja la espero pronto que no tarde y gracias besos
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