miércoles, 3 de octubre de 2012

GRAN FINAL





                                                                          PARTE DIECINUEVE

 

Al día siguiente, Daniel y Camila fueron a testificar a la delegación en contra de Dionisio. Esta vez, junto con las pruebas que había encontrado Daniel en su maletín negro, no había forma que pudiera demostrar su inocencia y salir de la cárcel. Al estar en la delegacion y tomar sus declaraciones, Dionisio entonces culpa a Isadora como su cómplice en todo, recalcando que si el iba a la cárcel, no se iría solo, y explico con detalles como Isadora había sido parte de todo y en que parte del contrato de compra venta de la Malquerida se le daba a ella parte de la sociedad. Los documentos fueron suficientes prueba para poder arrestarla una vez que regresara de su dichoso viaje de bodas con Cayetano.

Después de Camila y Daniel fueron al hospital a visitar a Miriam que aun seguía grave por sus quemaduras, el doctor les permitió verla por unos minutos. Al entrar al cuarto, Miriam estaba dormida, aun sedada por los analgésicos que le dieron para el dolor. Ambos se acercaron y entonces Camila le tomo de la mano, su mano se veía muy roja y se alcanzaba a ver unas vendas que le cubrían de la muñeca al hombro.  Cuando Miriam sintió la mano de Camila despertó aun algo débil.

-Miriam, estoy aquí por que quiero agradecerte con el alma por haber salvado a mis hijos. Arriesgaste tu vida por protegerlos y no sabes la enorme deuda que siento contigo por lo que hiciste.- entonces Camila le levanta la mano despacio para darle un beso. Miriam entonces le da una pequeña sonrisa y le dice:

-Estoy segura que hubieras hecho lo mismo por mii hija Agatha- La vos de Miriam era muy ronca, por todo el humo del fuego y los gritos hicieron que se le desgarraran un poco sus cuerdas vocales.

Daniel entonces se acerca a Miriam, y le da un beso en la frente agradeciéndole infinitamente por lo que hiso. En ese momento entra Dante que traía un ramo de flores muy grande, que cuando Miriam lo vio no pudo disimular su alegría.

-Miriam, estos son para ti- le dice Dante dejándole las flores en la mesita que estaba junto a su cama. Daniel y Camila se voltearon a ver uno al otro y con un intercambio de sonrisa se dieron a entender que seria mejor dejarlos solos, entonces se despidieron no sin antes decirle Camila a Miriam que siempre puede contar con ellos para todo y que aunque ya no hay una casa en el rancho, La Malquerida siempre tendría las puertas abiertas para ella.

Cuando se quedaron solos, Dante se acerco a ella para darle un beso en la mejilla y luego mirándola a los ojos no pudo evitar decirle.

-Te amo.- Dante jamás quito su mirada con la de ella, esperando por alguna reacción de su parte después de decirle esas palabras. Miriam solo lo miro por unos segundos, algo extrañada pos su confesión pero no dijo nada al principio. Después de unos segundos por fin pudo hablarle

-Dante… No se que decirte.-

Dante sin pesarlo se acercó más a ella para besarla y para su sorpresa ella le respondió el beso. Para el entonces eso era una oportunidad de poder tener a la mujer de sus sueños por fin a su lado.

Los días pasaron, a Dionisio y a Isadora por fin les había llegado el día de su juicio. Para ese dia habían ido Daniel y Camila junto con varios de la Malquerida y sus amigos del pueblo, como Rafa y Vivi. Pero también fueron Miriam y Dante que para entonces ya se habían convertido en una pareja, lo cual hiso a Daniel muy feliz de saber que Miriam estaba con un muy buen hombre que la quería mucho.

Al dar lectura a la sentencia, no fue una sorpresa que a Dionisio e Isadora los declararan culpables, dejándoles 80 años de cárcel a cada uno por todos los delitos que habían cometido. Al escuchar la sentencia, Camila respiro profundamente y exhaló recargando su cuerpo hacia Daniel. Por fin sentía mucha paz y tranquilidad se saber que su pesadilla había terminado.

Para celebrar, hicieron una gran fiesta en la Malquerida y aunque ver la casa destruida era muy devastador, no les importo en ese momento por que su felicidad de poder estar juntos era mucho mas. Para ese día tiraron la casa por la ventana, por así decirlo. Invitaron a mucha gente, todos los del rancho estaban ahí. Miriam que aun estando algo convaleciente, se sentía contenta de estar ahí, Dante le ayudaba constantemente a sentarla y levantarla de su silla. Agatha corría soltándose de la mano de Camila hacia donde estaba Miriam sentada quien la recibía dándole un besito.

Rafa y Viviana entonces se acercaron a Camila  para darle la noticia de que por fin los tramites para adoptar a Román habían finalizado y que ya por fin se quedaría con ellos, a Camila le dio muchísimo gusto y los abrazo a ambos a la vez felicitándolos, cuando se acercó Daniel, Camila le conto la buena noticia e igualmente Daniel los felicito, dándole un fuerte abrazo a su amigo.

Daniel cargando a Andreita y Camila cargando a Danielito se metieron a la casa o lo que había quedado de la casa que ahora solo eran ruinas y cenizas.

-Mira esto Daniel, es imposible reconstruirlo de nuevo, nos costaría una fortuna.- Le decía Camila angustiada y triste.

-Si, lo se. Ya estuve viendo números y en verdad que levantar esto no nos alcanzaría. Después de la perdida que tuvimos por el virus, apenas estamos logrando recuperarnos. Esto esta fuera de presupuesto en los próximos años.-

-Que tristeza que por culpa de Dionisio, se haya perdido todo esto que mi tío Daniel construyo con gran esfuerzo. Y lo que mas coraje me da es que Daniel y Andrea no podrán conocer jamás el magnifico lugar que fue esta casa-

Mientras tanto Dionisio estando en la cárcel no contaba con toparse con Leoncio que cuando se entero de que también lo habían encarcelado, no podía esperar encontrárselo tarde o temprano en ese lugar y cobrarse todas las que le habían hecho.

Dionisio estaba en el patio leyendo un libro, lo menos que quería era socializar con nadie, por eso prefería solo quedarse en un lugar apartado de todos, sin voltear a ver a nadie y leer. De pronto una mano lo toma por el hombro, lo cual esto lo hiso enfadar y empujo el brazo sin voltear a ver quien era, cuando se voltea se da cuenta que no era nada mas ni nada menos que Leoncio que traía un tipo de venda en la boca.

-Lárgate de aquí Leoncio.- Le dijo amenazándolo, pero Leoncio no le hiso caso y lo que hiso fue arrebatarle el libro. Esto hiso enfadar a Dionisio que quiso levantarse para amedrentarlo, pero el otro con un empujón lo dejo sentado de nuevo. Entonces Leoncio se quita la venda de la boca para poderle sonreír, su sonrisa era escalofriante, abriendo la boca completamente dejándole ver su lengua mutilada. Dionisio se quedo asombrado y a la vez asqueado por lo que vio, cuando este quiso de nuevo levantarse, Leoncio lo tomo por el cuello apretándolo fuertemente, abriendo su boca para que Dionisio pudiera seguir viéndole su mutilada lengua mientras lo ahorcaba. Por mas que intento zafarse, Leoncio le tenia ventaja y cada vez apretaba mas fuerte. La cara de Dionisio se empezaba a poner roja y poco a poco empezaba a debilitarse hasta que por fin dejo de respirar. Leoncio al darse cuenta, lo soltó dejándolo tirado en el suelo como si fuera un trapo, se agacho solo para levantar el libro y se dio la media vuelta, abriendo el libro como si nada y retirándose del lugar tan calmado y pasivo como si nada hubiera pasado.

Una semana después, la noticia de la muerte de Dionisio no causo ninguna tristeza en la casa de los Díaz Monterde. El inspector Juárez habia ido a la casa del pueblo personalmente a darles la noticia de su muerte, y como era de esperarse, el inspector no esperaba ninguna señal de pena por el, pero no era eso a lo único que iba.

-Señora Agustina, el motivo por el cual me encuentro aquí es por que oficialmente es usted la única pariente que tenia el Señor Dionisio, y con lo de su reciente muerte, todas sus cuentas y propiedades del señor Ferrer pasan a ser de su propiedad.- Les conto el inspector

-No señor, yo no quiero nada que venga de ese hombre, no quiero ni que me relacionen con el.- Decía Agustina

-Bueno señora esa es su decisión, aquí le dejo todos los documentos que avalan a usted como dueña única de todas sus propiedades y cuentas bancarias, usted puede hacer uso de esos bienes a partir de este momento, ya usted sabrá si quiere donarlo o venderlo. Aquí esta la carpeta con el detalle de cada cosa.- Y con esas palabras, el inspector dejo el sobre grande sobre la mesa y se retira. Agustina no quiso ni voltear a ver el sobre. Camila entonces lo toma y lo abre, dentro había una cantidad de documentos que parecían ser escrituras y estados de cuenta, al ver los números se quedo sorprendida.

-Mamita, no puede ser! Este hombre podía haber comprado la Malquerida y Buenaventura juntas y jamás tener que trabajar un día en su vida.-

Daniel entonces voltea a ver el estado de cuenta y hace una expresión de asombro al igual que Camila. Agustina entonces voltea a ver a Camila y toma el estado de cuenta de sus manos para ver el monto. Entonces su mirada se ilumina.

-Mi amor, tienes razón, ya sé que podemos hacer con este dinero. La mitad se lo daré a Amanda, ella también se merece este dinero por lo que sufrió a lado de ese hombre y con la otra mitad podremos reconstruir la casa de la Malquerida. Así podremos reparar un poco el daño que nos hiso ese infeliz de Dionisio.-

-Mamita, me parece muy buena idea. Lo que no entiendo es por qué s teniendo tanto dinero se aferro a la Malquerida, pudiendo comprar cualquier otro lado.-

-La avaricia lo cegó- le contesto Daniel – La gente por dinero llega a perder la cabeza y en el caso de Dionisio, ya vez que llego a perder la vida.-

Dos años después La Malquerida había terminado de construir la casa grande, esta vez aun mas grande y mas elegante que antes, incluso con una alberca, esto por petición de Camila argumentando que le gustaba ver a Daniel salir de la alberca mojado. Esa tarde Miriam y Dante habían ido a visítalos junto con, Agatha ya una niñita de 4 años corrió a los brazos de Daniel gritando “PAPI”

-Hola mi princesa, que hermosa te vez hoy.-

-Si papi, le dije a mi mamá que me vistiera como Camila y me puso mi camisa de cuadros  con mis botas negras.-

-A ti se te ve mucho mejor que a mi.- Le dice Camila que se acercó para darle una abrazo y un beso a Agatha.

-Donde están mis hermanos?- Pregunto Agatha.

-Están en el jardín con Luzma y Pablo.- Le contesta Camila apuntando hacia una puerta de cristal donde se alcanzaba a ver un patio lleno de pasto y al fondo unos juegos de columpios y resbaladeros que había colocado junto con la remodelación de la casa.

Después de que la niña saliera, Camila abrazo a Miriam haciendo una cara de felicidad al verla. Miriam estaba embarazada, y aunque no era una sorpresa para Daniel ni Camila, si lo fue ver lo mucho que ya se le notaba.

-Oye y ya sabes que es?- le pregunto Camila.

-Si, es un niño, el medico nos lo acaba de confirmar, así que ya empezamos a buscarle nombre.-

-Que no vamos a buscarle mucho, por que ya sabemos que se va a llamar Dante, verdad mi amor.- le dice Dante a Miriam, ella solo sonríe dándole un beso.

-Bueno, vámonos al jardín, ahí están todos.- Dice Camila dirigiéndolos hacia la puerta de cristal. Por fuera se podía ver que había mas gente, incluso Mariano estaba ahí y Ana que ya se había convertido en toda una adolescente, Miriam quedo sorprendida de verla lo grande y bella que se había puesto, pero no era la única jovencita de la reunión, Román también ya era todo un adolescente. Los gemelos estaban corriendo y jugando con Agatha bajo la supervisión de Pablo más que de Luzma, ya que Luzma se mantenía solo vigilando sentada por que en sus brazos tenia a su bebé de 4 meses que había tenido con Pablo. Y para sorpresa de todos Viviana que le habían confirmado que jamás podría tener hijos propios, al igual que Miriam también estaba embarazada y muy feliz de poder darle el bebé que tanto deseaba Rafa.

 Por fin, sus vidas era tranquila y llena de amor, ya no había nadie ni nada que se entre pusiera a su felicidad, Por fin Daniel y Camila tenían la paz y la felicidad que tanto habían anhelado.

 

Fin…                   

 

Corte!... Perfecto chicos, por fin terminamos de grabar el último episodio, así que los esperamos a todos a celebrar en SABOR AMOR esta noche. Donde anda Sarah y Cristian?-

-Pues están en el camerino de Cristian, los vi haciendo Twitcam.-

-Que alguien le hable a Sarah Tizano por favor necesito ver unos últimos detalles.-

-Si señor.-

-Bueno muchachos, los veo esta noche en el restaurant así que váyanse a descansar y al rato los veo-

 

No te pierdas esta historia “La Chica de la Tele”  y siguela en Twitter @sarahtizano
 
 

lunes, 1 de octubre de 2012






PARTE DIECIOCHO

 

Al llegar la noche, Daniel y Camila acuestan a los gemelos en la recamara que se les había asignado para ellos y Agatha, esta solo quedaba a unos pasos de la recamara de ellos. Después de que los niños estaban dormidos, Camila prende el monitor para poder escucharlos desde su habitación. Al entrar a la recamara de ellos, Daniel sorpresivamente toma a Camila por la cintura y la levanta para llevarla a la cama, Camila lo abraza fuerte y lo empieza a besar. Primero el beso fue juguetón, con una que otra risita. Daniel la cargo por unos segundos disfrutando de los labios de Camila  de su sabor a vino tinto que había probado en la cena.

-Soy el hombre mas feliz de la tierra. Tengo a la mujer que amo en mis brazos, y a los hijos mas hermosos y sanos durmiendo en sus cunitas y sobre todo, tengo el amor de esta bellísima mujer que de solo verla me vuelve loco.- le decía Daniel.

-También tienes otra cosa, mi amor-

-A, si? Que mas puedo tener que haga que me vuelva loco?-

-Mi cuerpo. Porque esta noche quiero hacer el amor contigo.-

-En serio? Porque yo también me muero por hacerte el amor.-

Entonces Daniel la recuesta sobre la cama lentamente sin dejar de verle los labios, espero, tenerla debajo de su cuerpo para comenzar a besarle el cuello primero, haciendo que Camila se encendiera. El respirar de él sobre su cuello se hacia mas lento, los labios cálidos de Daniel erizaban todo el cuerpo de Camila. Él, entonces toma de las muñecas de ella y las levanta sobre su cabeza, tomándola muy fuerte como si la quisiera someter. Camila acepta el juego de Daniel dejándose someter y moviendo su cabeza de lado izquierdo exponiendo más su cuello para permitirle a él seguirla besando y respirándole sobre su oído. Daniel entonces levanta su cuerpo para poder quitarse la camisa, Camila mientras tanto aprovecha a besarle el pecho y acariciarle sus pectorales. Ahí mientras ella besaba su cuerpo, el tomo de la blusa de Camila y se la quito aprovechando así su espalda expuesta para desabrocharle el sexy brazier morado que tenia puesto. Una vez que le quito el esclavizarte Brazier que mantenía oculto sus hermosos y voluptuosos senos, El hiso su cuerpo hacia adelante, obligándola a ella a recostarse sobre su espalda y así poder verla por unos segundos. La mirada de Daniel se había convertido en un hombre con deseos de poseer a la mujer que tenia enfrente y de amarla por toda la vida. El acerco entonces sus labios a los de ella sin besarlos a un, ambos se miraron a los ojos por unos segundos y sin decir ni una palabra se decían tanto, Daniel con la mirada le decía “te deseo” y Camila con su mirada le decía “Tómame” entonces sus labios se unieron en un beso apasionado, en donde las risitas y los juegos de hace unos momentos se habían apagado y ahora solo se escuchaba el agitado respirar de los dos. Daniel la besaba con furor, queriendo no soltarla, Camila lo agarraba del cabello apretando fuerte mente los mechones que tomaba entre sus dedos. Después de despojarse del resto de la ropa que en ese momento les estorbaba, Daniel entonces sintió que ella estaba lista para recibirlo y lentamente comenzó a penetrarla. Camila al sentir como Daniel iba entrando en ella, cerró sus ojos por la sensación de placer que esto le causaba y no pudo evitar soltar un pequeño gemido que a Daniel le pareció muy excitante. El voluptuosos cuerpo de Daniel tenia cautivo al frágil y pequeño cuerpo de Camila debajo de él, sus piernas abrasaban la cintura de Daniel que se meneaban al ritmo del vaivén cada ve mas rápido y cada vez mas fuerte que él hacia al estarla penetrando. De pronto la pasión los lleva a cambiar de posición, el se cambia dejando a Camila montada sobre el, permitiéndole verla mientras ella meneaba sus caderas ayudada por ambos brazos de Daniel que la sostenía de la cintura y así logrando llegar al clímax de su pasión. Camila solo se dejo caer sobre el pecho de Daniel y el teniendo a su mujer recostada sobre el, tomo la sabana y la cubrió extendiéndola sobre ellos, que aunque sus cuerpos estaban bañados en sudor, se podía sentir la temperatura descender poco a poco. Y así se quedaron, ella se quedo dormida en esa posición arrullada por los latidos de su corazón, y el solo le acariciaba su mejilla suavemente, removiendo el cabello húmedo que se le había pegado sobre su bello rostro.

Nadie se dio cuenta, pero Miriam los había escuchado detrás de la puerta, ella quien se dirigía al cuarto de los niños solo para darle un beso a Agatha, tuvo que pasar por la recamara de Daniel y Camila y sin querer alcanzo a escuchar los besos y gemidos a través de  la puerta. Miriam no pudo evitar sentirse triste, era la voz de su hombre que le decía a alguien mas que la amaba. Entonces supo que no podía quedarse mucho tiempo.

-Camila debió haber pasado por lo mismo viéndonos a el y a mi juntos. Pero ahora entiendo porque desde que llegue, Daniel nunca me toco.-

Miriam entro a la recamara de los niños, había tres cunas, en una de ellas dormía tranquilamente Agatha, ella se acercó para verla, su hija estaba creciendo, ya no era la misma bebita que había dejado meses atrás, ella ya caminaba, su cabellito era mas largo. La niña dormía abrazada de un torito de peluche que Camila le había regalado.

-Hija.- le decía Miriam a su bebé en voz bajita para no despertarla. –Perdóname por haberte abandonad así, yo debí ser fuerte para por ti, debí haberte llevado contigo y nunca dejarte sola. Pero ahora que te veo tan hermosa y tan radiante, se que no pudiste haber estado en un mejor hogar que con tu papá y con Camila. Ella es una excelente mujer y se que la has llegado a querer como si fuera tu mamá. Pero mi vida, yo soy tu mami y yo te necesito mucho en mi vida.-

Miriam nunca se percato que en medio de una mesita estaba un monitor con el que Camila y Daniel podías escuchara a los bebés cuando se despertaran, Entonces en la otra recamara ellos escucharon a Miriam hablarle a su hija.

Daniel y Camila seguían abrazados, el detrás de ella cubriéndola con sus fuertes brazos y ella recercada e uno de ellos, ambos estaban despiertos, escuchando la voz de Miriam sin hacer ningún comentario al respecto.

Mientras tanto Dionisio sin que nadie se diera cuenta entro al rancho, venia manejando un vehículo muy viejo y maltratado, en la cajuela saco un par de botes pesados cargando uno en cada brazo deteniéndose cada varios pasos para descansar de lo pesados que eran. Luego lentamente entra a la casa tratando de no hacer ruido y deja uno de los botes en medio de la sala, el otro lo sigue cargando hacia la cocina y lo abre dejando tirar su contenido por todo el suelo. Era gasolina, su plan era incendiar la casa para acabar con todos los que estaban en el rancho, si el rancho no es para el, no será para nadie.

Empieza a mojar todo a su alrededor con la gasolina, empezando por la cocina, para luego seguir con el despacho, la sala y todo lo que pudiera, especialmente las puertas de salida. Mojando todo se termino los dos botes, entonces una vez que deja mojado todo a su paso hacia la salida, enciende un cerillo y lo arroja hacia la puerta, prendiendo fuego inmediatamente al contacto con el peligroso liquido. Dionisio se queda unos momentos ahí, apreciando su ultima obra de arte ante sus ojos, el fuego le daba un cierto placer y entonces su sonrisa tan particular empezó a resonar por el patio.

El fuego se avivaba  cada vez mas, el humo se intensificaba, pero en el segundo piso parecía que aun nadie se había dado cuenta de lo sucedido.

Mientras tanto en la recamara, Daniel y Camila hablaban sobre Miriam y lo que habían escuchado por el monitor, ella aun seguía en la recamara, pero ahora solo se escuchaba que le cantaba una canción de cuna. Pero de pronto, Miriam detuvo su canción.

-Dios mio, que es eso!?- dijo en voz alta al percatarse que afuera de la puerta se alcanzaba a ver el reflejo de una luz ámbar. Ella salió de a recamara y se asomo hacia el pasillo donde alcanzo a ver una espesa cortina de humo y el olor asfixiante a quemado.

-Oh Dios miso, se esta quemando la casa!- Grito fuertemente Miriam metiéndose inmediatamente a la recamara de los bebes y cerrando  la puerta con terror en sus ojos. Daniel y Camila escucharon lo que dijo y salieron inmediatamente encontrándose a la salida de su puerta con la misma visión de Miriam. El humo se empezó a ser tan fuerte y a cubrir todo que ya les resultaba imposible ver claramente por el pasillo.

-Los niños!- Grito Camila corriendo hacia la recamara de ellos, tropezando un par de veces y cubriéndose la boca para poder respirar un poco mejor. Daniel por su parte intento bajar por las escalera para poder ver de donde provenía el fuego, pero solo le basto asomarse un poco para darse cuenta que todo el primer piso estaba en llamas. Entonces el regreso a lado de Camila que estaba intentando entrar a la recamara de sus hijos, pero la puerta estaba cerrada, Miriam en su desesperación cerro con seguro la puerta.

-Miriam abre la puerta!- le gritaba Camila con desesperación una y otra vez golpeando con fuerza para ser escuchada. Para cuando llego Daniel, el intento tirar la puerta con el peso de su cuerpo golpeándola repetidamente con su brazo, gritando una y otra vez que abriera la puerta.

Los tres niños entonces despertaron por los gritos y los tres comenzaron a llorar, esto hizo que Camila se desesperara más por abrir la puerta. Miriam tomo a los bebes y a Agatha sacándolos de las cunas y arrinconándose en una esquina de la recamara sin dejar a Camila ni a Daniel entrar. Ella estaba como en shock, su mirada era te pánico, pero no gritaba, no decía nada, solo lloraba de miedo.

El fuego empezó a subir por el pasillo, el calor ya se podía sentir muy cerca, era insoportable, el humo hacia muy difícil la respiración, Camila estaba por perder el conocimiento por falta de oxigeno, entonces Daniel que ya estaba algo débil, con mucho esfuerzo levanto a Camila y la llevo a la ultima recamara que estaba en el pasillo para alejarla del fuego, abrió la ventana para que le entrara aire, desde esa ventana pudo ver a todos los trabajadores que habían logrado salir, entre ellos estaba Rodolfo e Hipólito. Daniel entonces les grito.

-Ayuda! Rodolfo necesito ayuda- estos al ver a Daniel se acercaron hacia la ventana, pero una fuerte explosión de una de la ventada debajo de donde estaba Daniel hiso que los muchachos retrocedieran.

Rodolfo entonces le dice a Hipólito que se traigan la escalera grande que esta en la bodega, necesitaban ponerla por la ventana para permitir que Daniel salga. En cuestión de segundo entre varios de los vaqueros regresaron con una larga escalera que la colocaron al pie de la ventana. Aunque el fuego podía quemar parte de la base de la escalera, Daniel tenía que bajar rápido para poder estar a salvo, entonces haciendo un esfuerzo mas, sube a Camila que estaba inconsciente, sobre su hombro y empieza a salir. Ahí es donde los muchachos se dan cuenta que Daniel no estaba solo y se acercan lo mas que pudieron para ayudarlo, logrando asi llegar hasta abajo y entregando a Camila a Hipólito para que la pusiera a salvo, entonces le pide ayuda a Rodolfo para cambiar la escalera, tenían que llevarla hacia la otra ventana donde estaba Miriam con los bebés. Inmediatamente todos los vaqueros se acomidieron a ayudar a pesar que la situación se estaba poniendo mas peligrosa.

La escalera estaba en posición, y Daniel quiso subir, pero la falta de oxigeno lo había dejado muy débil, entonces de la nada sin que nadie se lo esperara, entra Dante que afortunadamente se había quedado en la Malquerida después de la fiesta y por suerte se había salido a caminar al lago, pero la luz de las llamas lo hicien regresar, llegando exactamente cuando Daniel estaba a punto de subir la escalera pero de lo débil solo cayo al piso antes de poder subir el primer escalón. Dante sin pensar en las consecuencias sube rápidamente escalón por escalón llegando a la base de la ventana que estaba cerrada. El entonces cubre su puño con el suéter que traía puesto y golpea un par de veces el virio quebrándolo para poder entrar. De pronto todos abajo lo pierden de vista en el momento que entra a la habitación. En el momento en que entra, una fuerte llamarada sale por la misma ventana, a lo cual Rodolfo comienza a escalar la misma escalera por donde entro Dante, llegando hasta la habitación, desde afuera se escuchaban el llanto de los bebés. Rodolfo y Dante entonces se encuentra con Miriam aferrada fuerte mente a los bebés y cubriéndolos con su cuerpo, una viga de fuego los separaba era tan intensa que no podían cruzarla. De pronto Miriam empezó a gritar muy fuerte, una de las llamas la estaba alcanzando por la espalda, Dante entonces se quita el suéter y con eso intenta bajar la llama por un segundo solo para poder cruzar, la ropa de Miriam tenia fuego por su espalda, Dante toma una sabanita de los bebés y le cubre la espalda para sofocar el fuego. Luego toma a los tres bebes y se los da a Rodolfo tomando a los gemelos de un brazo y a Agatha con el otro, aunque su forma de tomarlos no era nada seguro, en cualquier movimiento los pequeños podían caer de sus brazos. Rodolfo logra llegar de nuevo a la escalera y bajarla con los tres niños a salvo, por otro lado Dante al igual que Daniel, bajo a Miriam en su hombro quien todavía seguía consiente pero en shock.

Los paramédicos y la policía llegaron en cuestión de minuto, atendiendo a Camila que estaba inconsciente y Miriam que tenia quemaduras graves en su espalda, Daniel había logrado recuperar el aire, Dante y Rodolfo tenían quemaduras leves. Desde unos metros de distancia de la casa, podían ver como las llamas consumían todo, los bomberos llegaron a apagar el fuego, pero toda la casa por dentro estaba destruida.

-Patrón Daniel!!- se escuchaba que gritaban desde lejos –patrón Daniel.- gritaron unos vaqueros que venían acercándose a el. –Patrón, los muchachos allá tiene a alguien que dicen que lo vieron entrar a la malquerida con unos botes. Dicen que cuando empezó el fuego, este se les andaba pelando pero lo agarraron, allá lo tienen en los corrales, para allá corrió el señor cuando lo estaban siguiendo.

La policía junto con Daniel corrieron hacia los corrales, donde un par de ellos tenían sometido a un hombre, Daniel al acercarse se dio cuenta que ese hombre era Dionisio.

-Maldito desgraciado.- se acercó Daniel dándole un golpe en seco en la cara a Dionisio, este empezó a sangrar de la nariz, pero lo único que hiso fue reír.

-Si la Malquerida no es para mi, no será de nadie!- decía el burlándose de risa frente a Daniel., este quiso darle otro golpe pero esta vez lo detuvieron.

-Déjelo en manos de la policía patrón, Deje que se lo lleven- le decía uno de los vaqueros.

-Esta vez no te vas a salir con la tuya, por fin te vamos a refundir en la cárcel por el resto de tu vida-

-Si tal vez, pero pude acabar con el rancho y con tu bella Camila.-

-Camila esta a salvo imbécil.- le contesto Daniel con coraje

-Que?! No puede ser! Camila tiene que morir, si no es mi mujer, no será tuya. Camila va a morir.- le gritaba Dionisio mientras la policía lo esposaba y se lo llevaba a jalones a la patrulla. A Daniel no lo quedo mas que observar con alegría como se lo llevaban, que por fin después de todo el daño, ya Dionisio estaría en la cárcel pagando todo el daño.

La mañana siguiente, Camila despertó en el hospital de Metepec, a su lado estaba Daniel que se había quedado dormido en el sillón. Le tomo unos momentos recordar lo sucedido e inmediatamente despertó a Daniel preguntando por sus hijos.

-Ellos están bien mi amor, no te preocupes, los reviso el medico y están bien gracias a Miriam que los protegió con su cuerpo.-

-y como esta ella?- le pregunto Camila

-Pues esta delicada, las quemadas de su espalda son muy graves, dicen los médicos que la recuperación será lenta y dolorosa, pero que se puede salvar.-

Esa misma tarde Camila, Daniel, Agatha y los gemelos pudieron salir del hospital, solo que ya no había a donde regresa, la casa de la Malquerida estaba destruida completamente, ya no tenían nada. Así que no les quedo mas remedio que irse a la casa del pueblo junto con Agustina.

-Daniel, como quedo la Malquerida? Que paso con los toros?- Le pregunto Camila angustiada.

-El rancho esta bien, los toros están a salvo, lo único que se quemo fue la casa grande. Todo lo demás sigue intacto, incluyendo la capilla y tu cabaña.-

-Nos costara mucho poderla reconstruir, tal vez sea hasta imposible.-

-No te preocupes mi amor por eso. Ya veremos como le hacemos, si no podemos construir algo grande como lo era, pues haremos algo pequeño, pero lo importante es que estamos a salvo.
 
PARTE 19 GRAN FINAL!!!!!

sábado, 29 de septiembre de 2012

PARTE DIECISIETE





PARTE DIECISIETE

 

Daniel y Camila habían salido del hospital, a ella ya la habían dado de alta, pero a sus bebés aun le faltaba tiempo para que estuvieran completamente sanos. El niño fue el primero que lo dieron de alta. El día que pudieron regresar los tres al rancho, en verdad estaban muy felices, todos en la Malquerida hacían fila para conocer al niño.

-Camila como se llama el bebé- le pregunto Luzma que cargaba con tanto cuidado por primera vez al bebé.

-Se llama Daniel, igual que su papá y que su tío abuelo.- le contesto ella abrazándolo y dándole un beso al hombre de su vida.

-Te dije, que no?- comento Rodolfo al escuchar el nombre del bebé. –Ese chamaquito tendría el nombre del papá, pos además esta igualito, ira nomas.-

-Y la niña, Camila, como sigue?- pregunto Piedad

-Ay mi princesa- contesto con nostalgia. –Pues espero ya ponto tenerla en casa, aun esta un poquito delicada, pero ahí la lleva Piedad. Pronto también estará aquí con nosotros.-

-Y entonces, como se llama ella?- le pregunto Rodolfo a Daniel

-Bueno, yo quería que se llamara Camila, como su mamá, pero Camila no le gusto del todo, dice que no es muy común que las niñas lleven el nombre de la mamá, que solo los niños usan mas el nombre del papá, asi que como Daniel se llama ya su hermano, pues decidimos llamarla Andrea… Pero aun sigo peleado por que se llame Andrea Camila-

-No mi amor, para que quiere dos nombres si nada mas va usar uno, además Andrea me gusta, por que me trae muy bonitos recuerdos de cuando te conocí como Andrés.-

 

-Pues a mí si me gusta- decía piedad. –Si esta bonito, además así conocimos todos a Daniel. Bueno señora Camila, las recamaras de los niños esta lista, anoche se la arreglamos los muchachos y yo y se la dejamos bien bonita.-

-Muchas gracias Piedad, pero ahora dime donde anda mi otra princesa, donde esta Agatha?-

-pues la señorita Viviana y el señor Rafa llegaron esta mañana y se la llevaron al pueblo, que querían traerle una sorpresa, entonces yo creo que ya no deben de tardar.- Les dijo Piedad.

-si, espero que no tarden por que me muero por ver a mi princesa.

En ese momento la voz de Rafa se escucho que venia entrando a la sala donde aun continuaban todos admirando y apreciando al nuevo bebé. Camila al ver entrar a Rafa y Viviana con la pequeña Agatha en brazos, se alegró mucho por las ganas que tenía de ver a la niña. Vivi, que traía a la niña en brazos la soltó a medio camino para dejarla caminar por si misma, Agatha tambaleando un poco se soltó de los brazos de Vivi y camino hacia Camila, quien con el pequeño Daniel aun en bazos extendió una mano para alcanzar a la niña que sonriendo iba hacia ella.

Daniel se puso tan emocionado de ver a su hija caminar por si misma que la levanto del piso para cargarla y llenarla de besos. Todos ahí presentes fueron testigo de ver a la niña caminar.

-Bueno, aprovechando que estamos aquí. Interrumpió Camila.-Quiero decirles a todos que en cuando Andreita este en casa, vamos a iniciar los preparativos del bautizo de los gemelos y de Agatha.  Ya platique con Daniel al respecto, y quiere que yo sea madrina de Agatha, ya que es una forma de poder ser como su segunda mamá. Pero queremos que Viviana y Rafa sean los padrinos de los gemelos. Que dicen, aceptan?- Les preguntaba Camila a sus amigos, que al escuchar la noticia se quedaron emocionados, que no tuvieron que pensarlo, su respuesta fue inmediata, les dijeron que si y los abrazaron con emoción. Todos los demás los felicitaron dándoles abrazos y besos a los nuevos padrinos.

Una semana después, Camila y Daniel vuelven de nuevo del hospital, esta vez traía en brazos a Andrea, quien por fin la había dado de alta y se encontraba muy bien de salud. Al igual que cuando llego Danielito, también todos estaban muy emocionados por la llegada de la bebé, todos se moran por abrazarla y cargarla, Camila con mucho cuidado la coloco en los brazos de Piedad quien se había estado muriendo por verla y cargarla desde que nació. La bebe estaba dormida, y así la empezaron a pasar de brazos en brazos, para cuando la cargo Rodolfo, La niña abrió los ojos.

-Mira tú, la chamaquita tiene sus ojitos verdes!- Dijo Rodolfo, entonces todos los demás, incluso los que ya habían cargado a Andreita, se acercaron para verle los ojitos abiertos.

-Deberás! – dijo Dorotea

-Pos claro! Si La seño Camila los tiene Verdes.- les decía Piedad.

-A dios, apoco si?- Pregunta Rodolfo volteando a ver a Camila para verificar que en verdad tuviera los ojos verdes.

A partir de ese momento empezaron los preparativos para el bautizo de los tres niños, Camila y Daniel se encargaron de llevar el control de todo lo que se necesitaba, y todos los muchachos del rancho habían arreglado la capilla y la terraza para que fuera un evento importante. Incluso Dante vendría de Chile a la fiesta.

Por fin llego el gran evento del bautizo, todos los invitados estaban ya en la capilla, Rafa cargaba a Danielito, Vivi a Andrea y Camila tenia en sus brazos a Agatha junto a Daniel. El padre oficio la misa hasta que llego el momento del bautizo, donde Rafa, Vivi y Camila cargaban a cada uno de los niños para el momento justo de bautizarlos con el agua bendita cuando de pronto la voz de alguien se escucha a lo lejos gritar.

-Esperen!-

Todos en la capilla voltearon hacia la entrada, y para su sorpresa, en la entrada estaba Miriam, que venia caminando hacia el altar.

-Que le están haciendo a mi hija?- Preguntaba Miriam volteando a ver a Camila y Daniel que al verla entrar se sorprendieron. Miriam se acercó a Camila para tomar a la niña de sus brazos. Miriam casi arrebatándosela la jalo haciendo que Agatha empezara a llorar. Miriam intento calmarla, meciéndola un poco, pero Agatha solo estiraba su manita hacia donde estaba Camila sin dejar de llorar. Daniel entonces se acercó para intentar tranquilizarla, cuando el se acerca, la bebe estira sus dos manitas esperando a que su papá la cargara, estirándose mas hacia el. Pero Miriam la abrazo mas fuerte y se voltio para alejarla de el. El llanto de Agatha e intensificaba con el eco de la capilla, todo mundo se mantuvo en silencio observando lo que sucedía.

Miriam por su parte intentaba calmar a su hija, hablándole despacio repitiéndole que ella era su mamá, aunque el tono que utilizaba era muy dulce, no le fue suficiente a Agatha para confiar en ella. La niña empezaba a moverse intentando soltarse de Miriam, entonces ella al ver que no podía calmarla, se la entrego a Daniel, la niña entonces se aferro fuerte al cuello de su papá, y recargo su cabecita sobre su hombro, solo así se pudo calmar.

-Que haces aquí?-  Le pregunto Daniel en un tono demandante.

-Vine por mi hija.- Le contesto Miriam.

-Por que después de tantos meses, apareces apenas hasta hoy.-

-Perdóname Daniel por haberme ido así, y abandonar a mi hija. Pero tenia que irme sola, tenia que aclarar mi mente y mis sentimientos. Entiende que no fue fácil para mi.-

Entonces Camila interrumpe para decirles.

-No creo que este sea el momento para aclarar las cosas, estamos en una capilla.-

-Si, de eso me doy cuenta, pero que pretendían hacer con mi hija. Daniel sabes perfectamente que yo soy Judía, y para mi este ritual no es aceptable.-

-Bueno, también es mi hija y yo soy católico, así que por eso permití que se le bautizara.-

-Pues para mi este bautizo no tiene valor, pero esta bien, adelante, permito que la bauticen solo en agradecimiento por haber cuidado de mi hija.-

Daniel la mira con coraje. El comentario no le pareció apto, pero lo que no quería era seguir discutiendo, así que ya no le dijo nada, Miriam tomo asiento en una de las butacas de la capilla para presenciar el bautizo. Daniel se da la vuelta hacia el altar donde le entrega la niña a Camila y junto con Rafa y Vivi continúan la misa.

Al salir de la capilla cuando finalizo la misa, los invitaron se fueron hacia la terraza donde estaban todas las mesas ya adornadas. La música comenzó a tocar y la gente se sentó a disfrutar de la fiesta, entonces Daniel, Camila y Miriam aprovecharon la oportunidad para irse a platicar, a la niña la dejaron en cuidados de Agustina a quien la pequeña Agatha ya estaba acostumbrada y la quería mucho.

Ya dentro de la casa, los tres se sentaron en la sala para discutir sobre el tema de Agatha.

-Donde anduviste todo este tiempo?- Le pregunto Daniel bastante interesado en saber que había sido de ella todos esos meses.

-Me fui a España un tiempo, ¿recuerdas que te platique que tenia unos parientes en Madrid?.. Pues estuve con ellos este tiempo. La verdad es que me fui por que necesitaba estar sola, aclarar muchas cosas y la verdad que en ese momento no me sentí capas de poder cuidar a mi hija como se debía.-

-Pero por que nunca llamaste? Nunca supimos nada de ti!- Continuo Daniel.

-Si, ya sé que debí haberlo hecho, pero no me atreví, desde hace tiempo que había planeado regresar, pero luego tuve un problema de salud que me impidió viajar, pero en cuando el medico me autorizo viajar, me vine. Me moría de ganas de ver a mi hija.-

-Piensas llevártela a Chile?- Le pregunta Camila preocupada

-Pues si, esa es la idea, Agatha es mi hija y debe estar conmigo. Y Yo no tengo nada que hacer aquí en México, no tengo a nadie, así que lo mejor será que nos vayamos a nuestro país.-

-Y cuando piensas irte?- le pregunto Camila

-No se, espero que sea pronto.-

-No, Miriam, no te puedes llevar a mi hija de México.  

-Claro que puedo! Agatha es mi hija Daniel. Tu ya tienes una familia. No pretendas quitarme a la mía también.-

-No claro que no, siempre supimos que algún día regresarías, pero… Piensa en Agatha, tu eres una extraña para ella, no te la puedes llevar así nada mas. Viste como se puso en la capilla, ella no te reconoce.-

-Bueno, ya lo hará!- Le contesto Miriam poniendo un punto final a la conversación.

-Daniel.- interrumpe Camila.- ella tiene razón, aun es pequeña y pronto se adaptara. Pero Miriam, si me lo permites, e gustaría ofrecerte que te quedes unos días en la Malquerida en lo que la niña se va acostumbrando a ti. Así puedes pasar mas tiempo con ella sin que Agatha sienta que eres una extraña. Puedes quedarte todo el tiempo que sea necesario. Hazlo por la niña, no se merece que le arrebates todo lo que ella conoce hasta ahorita.-

Miriam se quedo pensativa, estaba pensando la propuesta de Camila, en verdad era egoísta de su parte quererse llevar la niña así de un día a otro sin tomar en cuenta los sentimientos de la pequeña.

-Tienes razón Camila, no voy a ser egoísta, te agradezco mucho lo que estas haciendo por mí.-

-Bueno, también lo hago por Agatha, es una bebé hermosa y muy linda. Se convirtió en parte de esta familia desde el primer día, yo la quiero como si fuera mía… Pero bueno, por que no volvemos a la fiesta? Están todos nuestros invitados esperándonos.-

Los tres salieron de la sala hacia la terraza donde la fiesta se llevaba a cabo, todos bailaban y jugaban con los bebés, Agatha bailaba con Rafa tomándola de las manitas y aunque el baile de la niña era solo subir y bajar, a Rafa le resultaba muy divertida verla con su vestidito largo. Miriam se sentó en una de las mesas donde la única persona que reconoció fue Dante, lo cual le dio seguridad estar cerca de el.

Dante y Miriam aprovecharon el momento el momento para platicar sobre todo lo ocurrido y de como ella se había ido dejándole a Agatha, el como se tuvo que regresar solo y lo asustado que estuvieron todos de no encontrarla. Miriam le explico lo que había pasado y se disculpo por haber hecho pasar por ese momento. Al final de cuentas Dante se alegraba que ella estuviera bien y que hubiera regresado.

Al caer la tarde, la mayoría de la gente ya se había ido, aun quedaban algunos amigos cercanos, especialmente la gente que vivía dentro de la Malquerida. Entonces la música se puso mas lenta, la gente ya solo se quedaba platicando, entonces Daniel aprovecha que ponen una canción lenta y saca a Camila a bailar, en medio de la pista estaba los dos abrazados dando pasos lentos y disfrutando de la canción y de estar juntos. Miriam no pudo evitar verlos, el principio le resulto incomodo verlos, trato de disimuladamente voltear a otro lado, Dante noto ese momento incomodo de ella y aprovecho para tratar de hacerle platica y hacer como si no pasara nada.

-Estas bien?- le pregunto Dante mientras Daniel y Camila seguían bailando en medio de la pista.

-Si, solo que me costara trabajo acostumbrarme a esto-

-Lo hará. Te sorprenderías saber a que cosas se llega a acostumbrar uno.-

-No se si algún día me acostumbre del todo, por eso espero no tener que estar aquí mucho tiempo.

 

 

               

jueves, 27 de septiembre de 2012

PARTE DIECISEIS







PARTE DIECISEIS

 

Mariano entro a la habitación de Camila donde Doña Agustina estaba sentada a un lado de su hija acariciándola de la frente y mirándola con ternura, deseando que su hija en ese momento despertara sin ningún malestar.

-Buenos días señora, como le va? Como sigue Camila?-

-Hola Mariano, pues yo estoy bien gracias, pero Camila sigue dormida todavía, al parecer en un rato mas van a venir los doctores a ponerle un medicamento que esperan que con ese pueda reaccionar y despertar pronto.-

-Y como están los bebés?-

-Siguen muy delicados, antes de venir a ver a Camila pase a verlos y la enfermera me dijo que están muy delicados, ahorita necesitan respirador artificial aun no tiene la fuerza para respirar por si solos… Pobrecita de mi hija ha pasado por tantas cosas-

-Si lo se- le decía Mariano poniendo un brazo sobre su hombro para brindarle su apoyo.

 

Daniel mientras iba rumbo a la cafetería con Viviana y Rafa, les pidió que primero quería ir a ver a sus hijos. Al llegar a los cuneros, había dos cajitas transparentes en donde dormía cada uno de sus bebés, estos conectados a tubos que salían de sus pequeñísimas boquitas. Todo el escenario era muy triste, Daniel deseaba poder tocarlos, pero se veían tan frágiles que también le daba temor. Los observaba con tanto amor que parecía que el tiempo se había detenido. Después de un rato se despidió diciendo que pronto volvería para llevarlos a casa junto con su mamá.

Después de la visita a sus bebés, en la cafetería Daniel le conto a Rafa y Viví que tenia las pruebas para poder encarcelar a Dionisio, pero que con lo sucedido no había podido ir a levantar una denuncia.

-No te preocupes Daniel, Viví y yo podemos ir a la delegación, espero que pronto puedan detenerlo, después de lo que le hiso a Camila, es lo menos que se merece.-

-Si muchas gracias Rafa, en verdad que ahorita no tengo cabeza para nada, lo único que me interesa es que Camila y mis hijos se pongan bien.-

-Se pondrán bien Daniel, Camila es muy fuerte y tus bebés tiene a Camila y a ti de papá, por lo tanto también son muy fuertes. Después de todo lo que han pasado, siguen luchando, tus bebés serán igual de luchones.- Le decía Vivi dándole las palabras de aliento

-Gracias Vivi. Aunque para serte sincero, siento que mi mundo se me esta derrumbando, necesito a Camila para sentirme fuerte, para seguir luchando, sin ella no se si pueda.- En ese instante Daniel agacha la cabeza y empieza a llorar. Todas las preocupaciones lo estaban abrumando al punto de sentirse vencido. Viví se levanto de su silla y lo abrazo, dejándolo que se desahogara en su hombro, mientras que Rafa, le ofrecía su brazo firme sobre su hombro en señal de apoyo a su amigo.

Ya en la habitación de Camila, uno de los médicos junto con una enfermera entraron a revisar a Camila. La enfermera empezó a preparar una jeringa que inyecto sobre el tubo del suero que tenia Camila. Daniel mientras tanto venia entrando, justo a tiempo para escuchar la explicación del medico sobre los efectos secundarios de la medicina.

-Hay que estar atentos a su respiración, uno de los efectos secundarios puede ser un paro respiratorio. Pero espero no tengamos ningún problema, si solo sale bien, probablemente mañana en la mañana ya este despertando. Si despierta entonces el problema habrá pasado.- les decía el doctor, Daniel puso extremada atención en las indicaciones, ya que había decidido no separarse de ella ni un solo momento.

Después de aplicarle el medicamento, el medico salió de la habitación, entonces Agustina y Mariano, también salieron para dejarlos solos. Daniel se quedo junto a Camila acariciándole el cabello, quedándose lo suficientemente cerca para escuchar su respiración.

Las horas pasaban, Daniel seguía a un lado del amor de su vida sin quererse separar ni un momento, hablándole al oído lo mucho que la ama, platicándole lo hermosos que son sus hijos. Pero Camila solo seguía dormida, parecía no reaccionar a nada. Al llegar la noche el cansancio y el sueño lo vencieron, pero no fue pretexto para alejarse de ella, solo acerco uno de los sillones y se quedo dormido con la cabeza sobre la cama y tomado de la mano de su mujer. Por la madrugada Camila empezó a abrir los ojos aun muy débil y tratando de ubicarse, aunque la habitación estaba obscura, la luz de la luna alcanzaba a reflejar la suficiente luz para que Camila pudiera ver a Daniel dormido con su cabeza recostada sobre la cama. Camila levanto lentamente su brazo para poder tocarlo y acariciarle el cabello, entonces Daniel al sentir su caricia despertó y al verla despierta a ella, se levanto contento dándole un beso en la frente, tratando de no moverla mucho.

-Como te sientes mi amor?- le pregunta tomándola de la mano.

-Con dolor de cabeza- Le contesto al mismo tiempo que se llevaba su mano a su vientre, y al darse cuenta que sus bebés ya no estaban ahí empezó a alterarse, a quererse levantar para ver lo que le había pasado a su cuerpo. Daniel trataba de tranquilizarla, pero al ver que Camila ignoraba sus advertencias, el la tomo por las mejillas dándole un beso en los labios para llamar su atención, entonces él le contesta.

-No pasa nada mi amor, ellos van a estar bien!-

-Donde están mis bebés?- le pregunto llorando.

Entonces Daniel le tuvo que explicar que tuvieron que nacer antes, pero que estaban siendo atendidos muy bien.

-Quiero verlos Daniel, llévame a verlos-

-Ahorita no puedes, estas muy débil. Recuéstate, te prometo que mañana hablare con el medico para llevarte a verlos.-

Camila insistió varias veces que la llevara, pero después de  un rato, el dolor de cabeza parecía hacerse mas fuerte, que tuvo que llegar una enfermera para medicarla, esto la convenció de tener que esperar hasta que amaneciera para poder ir a ver a sus hijos. El medicamento dejo a Camila casi adormilada, pero tranquila, Daniel entonces le empezó a platicar lo hermosos que eran los gemelos y la sorpresa mayor que eran un niño y una niña. Cuando ella escucho esa noticia entre su debilidad y casi a punto de dormir, Camila sonrió y se quedo dormida.

Ya en la mañana, Camila despertó mas tranquila, el medico la reviso y le puso otros medicamentos en el suero, entonces ahí ella aprovecho para pedirle al doctor que la dejara ver a sus bebés, el doctor acepto y le mando una silla de ruedas para que Daniel la pudiera llevar a los cuneros. La enfermera la dejo pasar hasta donde tenia las encubadora, Camila pudo meter su mano para tocar la espaldita de cada uno de sus bebés y no pudo evitar llorar al verlos tan chiquitos, pero a su vez le daba alegría el por fin poder conocer a esas personitas que crecían dentro de ella.

La recuperación de Camila fue rápida, mas pronto de lo que el medico esperaba, mientras estaba ella hospitalizada, iba todos los días a visitar a sus bebés. El niño crecía muy bien, al igual que su mami, también pronto empezó a evolucionar, sus pulmones se desarrollaron rápido y antes que su hermanita, el niño dejo el respirado artificial y comenzó a ganar peso. Una tarde, la enfermera por fin dejo que Camila abrazara a su bebe, poniéndolo sobre su pecho para que el calor de su mamá lo mantuviera abrigadito, Daniel a un lado de Camila tocaba a su bebé por primera vez, dándole un besito en su cabecita y disfrutando de ese momento. Pero la felicidad de ambos no era completa, por otro lado la bebita seguía muy débil, aun no podía respirar por si sola y parecía que había dejado de crecer, aun estaba rodeada de tubos. Al dejar a su primer bebe de nuevo en su cunita, la enfermera les dio la mala notica de que la bebé estaba muy enfermita, que su corazoncito estaba tan débil que probablemente no podría sobrevivir la noche.

La noticia fue terrible para los dos, Camila se tiro al llanto en los brazos de Daniel, el lloraba mas en silencio solo besando la cabeza de su mujer que se había refugiado en el.

-Mi niña, Daniel, mi bebita no quiero que se me muera- lloraba Camila. Él solo la consolaba abrazándola fuerte.

Durante la noche, Camila no quiso regresar a su habitación, era la ultima noche que ella se quedaría, por que a la mañana siguiente la darían de alta. Prefirió quedarse a lado de su bebita y Daniel con ellas. Fue una noche difícil, Camila acariciaba la espaldita de su hija hablándole y diciéndole cuanto la ama, dándole fuerzas para luchar y ponerse bien. Y aunque la bebé estuvo tranquilita toda la noche, Camila no dormía mas de 10 minutos de vez en cuando y solo porque el sueño la vencía en algunas ocasiones.

Llego la mañana y el sueño había logrado vencer a Camila y Daniel que se habían quedado en un sillón junto a la encubadora. La enfermera entonces los despertó con la noticia de que la bebé había estado estable toda la noche.

-Aun no esta fuera de peligro señora, pero la bebé paso una noche tranquila a comparación de lo que esperábamos, si la situación sigue así, tal vez hay una esperanza de que se salve- Le decía la enfermera con un tono de esperanza para ambos. Camila se puso tan contenta que se acercó a su hija para decirle que estaba muy orgullosa de ella por aferrarse a la vida.

-Mi vida, hija mía estoy muy feliz por que se que eres fuerte y te vas a poner muy bien- Le lloraba Camila con alegría y esperanza de que sus palabras fueran profecías.

-Hija, yo se que pronto estaremos juntos de vuelta en casa, tu eres muy fuerte, eso lo sacaste a tu mamita, por eso se que pronto saldremos de esta.- Daniel le decía a su hija.

-Señora, ya le tiene nombre a sus hijos?- le pregunto la enfermera. Camila voltea a ver a Daniel le sonríe y le contesta:

-Si, ya los tenemos.-

martes, 25 de septiembre de 2012

PARTE QUINCE

 
 
PARTE QUINCE

 

 

Daniel iba manejando hacia la oficina del licenciado Becerra, llevándole la evidencia que había encontrado para poder meter a Dionisio a la cárcel de una vez por todas. Cuando ya se había estacionado frente a la oficina, le suena el celular.

-Daniel, tienes que irte al hospital de Metepec- le llamo Luzma muy preocupada casi al punto del llanto.

-Luzma que pasa, estas bien? Haber cálmate. Que esta pasando, quine esta en el hospital?-

-Es Camila! Se la acaba de llevar Rodolfo!-

-Camila?, que le paso!- en ese momento Daniel se detiene y presta mas atención preocupadamente a lo que le dice Luzma.

-Ay Daniel, no se bien que paso, solo se que se golpeo la cabeza y se desmayo. Rodolfo se la llevo junto con la señora Agustina.-

-Voy para alla- Le contesto y colgó, subiéndose de nuevo a la camioneta y arrancando con prisa para llegar pronto al hospital.

En cuestión de unos minutos llego al hospital, en la sara de espera se encuentra con Agustina y Rodolfo que estaban parados, por su parte la señora Agustina estaba llorando, dando vueltas de un lado a otro, esperado q que algún medico le dijera algo. Cuando Daniel se acerca para saber que fue lo que le sucedió, Agustina lo ve y lo abraza fuertemente, y comienza a llorar. Daniel aun sin saber lo que estaba sucediendo, tomo a la señora por los brazos para poder verla a la cara y preguntarle lo sucedido.

-Por que esta aquí? Que le paso?-

-Dionisio estaba forcejeando con Camila y solo alcance a verla cuando le pego y ella cayo golpeándose en el escritorio, para cuando me acerque ella estaba desmayada y sangrando de la cabeza.-

-Ese imbécil me las va a pagar!- Si algo le pasa a mi mujer o mis hijos, lo voy a matar!- Decía  Daniel con coraje y rabia en su mirada.

Después de un rato, sale el doctor preguntando por los parientes de la señora Camila. Daniel contesta inmediatamente que él es su esposo. El doctor se acerca a él con una mirada preocupada y le dice:

-La señora sufrió una fuerte contusión en el cráneo, y por su embarazo no podemos administrarle medicamentos fuertes. Ahora lo que nos tiene preocupaos es la inflamación del cerebro, si esta no se le baja en las próximas 24 horas, vamos a tener que operarla.-

-Y mi hija podrá estar bien?- le preguntaba Agustina

-No lo sabemos, el problema aquí es que la vida de su esposa esta muy delicada, requerimos de darle medicamentos para ayudarla, pero estos medicamentos pueden detener el embarazo o incluso acabar con la vida de los bebés.- Le contestaba el doctor mirando a Daniel con tristeza. Agustina al escuchar la noticia se hecho a llorar de nuevo.

-Entonces que podemos hacer?- pregunto Daniel.

-Mi recomendación seria hacerle una cesaría de emergencia a la señora y luego proseguir a darle los medicamentos esperando que con esto sea suficiente para no someterla a cirugía del cerebro. Los bebés tienen más posibilidad de sobrevivir fuera del vientre si le aplicamos las medicinas a su esposa.-

Era una decisión difícil para Daniel, por que no importara que decidiera, la vida de sus hijos y su esposa no estaba segura. No pudo contestar en ese momento, lo que deseaba es hablar con ella y poder hacer la decisión junto con Camila. El medico le dijo que si podía verla, pero que estaba inconsciente, que la tenían sedada y no había forma de que le pudiera contestar.

Daniel entro al cuarto de Camila, usando una de esas batas azules de hospital, al entrar la vio dormida, traía una gaza en la frente de donde se había golpeado. Él la miro con ternura, hablándole muy dulcemente mientras le acariciaba la mejilla dándole unos besitos en la frente.

-Mi amor, te vas a poner bien. Solo que vamos a tener que tener a los bebés mas pronto de lo esperado.- Le contaba mientras comenzaba a llorar de verla ahí inconsciente y el sonido de un “bip” sonaba constantemente como diciéndole a Daniel que su mujer aun sigue viva. Luego le puso una mano en su vientre y dándole un beso, se dio la vuelta y salió del cuarto.

Al salir del cuarto el medico estaba a un lado de Agustina esperando por el a que le diera la respuesta de la decisión que había tomado. Daniel salió con la mirada agachada y con los ojos aun húmedos de haber llorado.

-Esta bien doctor, hay que hacer la cesárea.-

El doctor entonces empieza con los tramites para que esa misma tarde se haga la operación.

Mientras tanto Mariano se entera a través de Pablo lo sucedido. El se pone tan preocupado que decide ir al hospital a visitarla, pero Pablo lo detiene.

-Cálmate Mariano, Daniel y su mamá están con ella. Tienes que entender que ellos son su familia, lo mejor será que esperes un poco, no tiene caso que estes ahí si no te van a dejar verla.-

-Pero que tal si algo se ofrece, algo puedo ayudar?-

-Si te llegan a necesitar, te lo harán saber, dales su espacio Mariano.-

-Bueno tal vez tengas razón, pero mañana a primer hora estaré ahí para ver como sigue. Pablo por favor si le llegan a avisar de algo, házmelo saber por favor, cualquier cosa que se necesite me voy al hospital inmediatamente.-

De vuelta en el hospital, Camila ya estaba en el quirófano, Daniel había entrado también para ver el nacimiento de sus hijos. Todos los doctores estaban alrededor de la camilla donde estaba tendida Camila, envuelta en sabanas azules y con un tubo que salía de su boca que le ayudaba a respirar. Daniel estaba a un lado de Camila, cerca de su cabeza donde el le hablaba y le decía cuanto la amaba y que luchara para ponerse bien por que la necesitaba.

Los doctores por su parte, habían iniciado la cirugía, haciendo una incisión en su vientre para poder sacar a los bebés de Camila, cuando salió el primero era demasiado pequeñito, una de las enfermeras lo tomo con una cobijita y lo llevo a otra área donde empezaron a limpiarlo y tratar de hacerlo respirar, Daniel volteaba y preguntaba como estaba, sin dejar de mirar a la enfermera y sin alejarse del lado de Camila le suplicaba que le dijera como estaba, pero la enfermera parecía ignorarlo y se concentraba mas en su trabajo de hacer reaccionar al bebé, de pronto se escucho un llanto, tan débil y agudo que casi no podía escucharlo desde donde el estaba. La enfermera entonces le respondí que era un niño, que ya había reaccionado pero que tenían que llevarlo de emergencia a la encubadora. Después salió el segundo, este otro bebé era aun mas pequeñito, se veía aun mas débil que el primero y mucho mas delgadito. Al igual que el primero, otra enfermera lo tomo con una cobijita y empezó a hacer los mismo procedimientos que con el primero. Daniel también desde su lugar observaba a su bebé, este parecía inconsciente, cas como si se hubiera desmayado, la enfermera metiéndole unos tubos por la boquita y dándole unos masajes para hacerlo reaccionar, el bebé no respondía, una segunda enfermera llego con otro aparato. La preocupación por no escuchar a su bebé llorar lo hiso levantarse de su lugar para acercarse a ver a su segundo hijo que parecía no responder a nada de lo que las dos mujeres hacían.

-Vamos hijo, reacciona! Reacciona!- decía Daniel –Eres fuerte, yo lo se, tu eres fuerte igual que tu mamá, Vamos hijo!-

De pronto como si el bebé hubiera podido escuchar las palabras de su papá, empieza a llorar, un llanto muy débil y casi inaudible, pero para Daniel, era el mejor sonido del mundo.

La enfermera lo cubre y también lo lleva a la encubadora, no sin antes darle la noticia a Daniel de que su segundo bebé era una niña. Daniel le dio gusto escuchar es anoticia que les dijo a los doctores – Claro que lo es, igual de fuerte que su mamá.-

Los bebés ahora estaban en la encubadora, a ambos les tuvieron que conectar un respirador ya que por haber nacido antes de tiempo, sus pulmones aun eran muy débiles. Pero el peligro aun no pasaba, Camila aun tenia que pasar por tratamientos para poder ponerse mejor. Daniel nunca en su vida se había sentido con tanta impotencia de tener a la mujer que ama entre la vida y la muerte, y a sus hijos luchando por sobrevivir.

-La cesárea salió todo a la perfección, ahora solo nos queda esperar que  los bebés evolucionen bien. Y esta misma noche iniciaremos el tratamiento de su esposa. Esperamos que si reacciona a los medicamentos, en 72 horas ya la podremos despertar.

-Muchas gracias doctor.- le agradeció Daniel y salió del quirófano para esperar en la sala de espera mientras trasladaban a su esposa y sus hijos a la sala de maternidad. Al salir le conto a Agustina que todo había salido bien que ya nada mas queda esperar. Agustina bien tan cansado a Daniel que le sugirió que se fuera a dormir.

-Ay hijo, deberías de irte al rancho a descansar, yo me puedo quedar aquí.-

-Gracias señora, pero prefiero quedarme, no me quiero alejar de Camila.-

-Bueno, está bien, te entiendo, Igual y cuando pasen a Camila a la habitación te recuestas junto a ella en el sillón. Tú también necesitas dormir.

-Señora, usted no quiere que mande a llamar a Rodolfo para que venga por usted? –

-No te preocupes, ya le llame yo, ya no debe de tardar en llegar, solo quiero ver a Camila antes de irme, al cabo que me quedo tranquila por que se que en tus manos ella va a estar muy bien cuidada.-

Daniel por primera vez sintió que su suegra le estaba dando la confianza y que por fin lo estaba aceptando en su familia. Momentos más tarde, salió el doctor diciendo que ya podían pasar a la habitación de Camila. Doña Agustina entro para verla, aunque seguía dormida, se acercó para darle un beso en la frente y darle su bendición.

-Mi amor, hija. Me voy a ir a descansar, pero Tu esposo se quedara a tu lado velando por ti y tus hijos. En verdad que no me había dado cuenta que Daniel es un gran hombre. Hiciste muy bien al elegirlo a él. Ahora solo falta que te pongas bien mi vida. Mañana regreso a verte.-

Doña Agustina se va, dejando a Daniel a lado de su hija.

 

A La mañana siguiente Daniel dormía en el sillón, que aunque se veía algo incomodo, él estaba profundamente dormido, Doña agustina había entrado muy temprano a la habitación para ver a su hija y no fue raro encontrarse con  Daniel aun durmiendo. Le dio tanta ternura verlo que no quiso despertarlo, por el contrario, tomo una de las cobija que había llevado y con ella tapo a Daniel. Después de un rato, Daniel despertó viendo a su suegra a un lado de Camila, quien todavía seguía nconciente. Cuando se levanto del sillón se dio cuenta de la cobija y solo la hiso a un lado. Se hacerco a Camila y le dijo a su suegra:

-Gracias por la cobija señora-

-No fue nada, también te traje un poco de ropa para que te cambies y salgas a desayunar algo, creo que ayer ni si quiera comiste.-

-Si, es verdad, si tengo hambre.-

-Anda hijo, cámbiate y ve  desayunar, yo me quedo aquí.-

Daniel le agradeció, se metió al baño de la habitación y aprovecho a darse un baño rápido para ir a desayunar.

Mientras tanto, en la sala de espera ya estaba Viviana y Rafa que venían llegando para ver a su amiga, Daniel los puso al tanto de lo sucedido de la cirugía y sus hijos, y les conto que el responsable había sido Dionisio.

-Tienes que demandarlo Daniel, ese hombre no puede seguir libre- le decía Rafa con coraje.

-Si, va a pagar. Ahorita solo quiero que Camila y mis hijos se pongan bien, ya que estén fuera de peligro, me encargare de hacer pagar a ese imbécil.-

En ese momento venia llegando Mariano, que al verlos a los tres parados en la sala de espera, se acercó para preguntar por el estado de Camila, Daniel le dio una breve explicación de lo sucedido y le dijo que si quería podía verla, que él mientras iba a comer algo. Viví y Rafa acompañaron a Daniel a la Cafetería.