PARTE
QUINCE
Daniel iba manejando hacia la
oficina del licenciado Becerra, llevándole la evidencia que había encontrado
para poder meter a Dionisio a la cárcel de una vez por todas. Cuando ya se
había estacionado frente a la oficina, le suena el celular.
-Daniel, tienes que irte al
hospital de Metepec- le llamo Luzma muy preocupada casi al punto del llanto.
-Luzma que pasa, estas bien?
Haber cálmate. Que esta pasando, quine esta en el hospital?-
-Es Camila! Se la acaba de llevar
Rodolfo!-
-Camila?, que le paso!- en ese
momento Daniel se detiene y presta mas atención preocupadamente a lo que le
dice Luzma.
-Ay Daniel, no se bien que paso,
solo se que se golpeo la cabeza y se desmayo. Rodolfo se la llevo junto con la
señora Agustina.-
-Voy para alla- Le contesto y
colgó, subiéndose de nuevo a la camioneta y arrancando con prisa para llegar
pronto al hospital.
En cuestión de unos minutos llego
al hospital, en la sara de espera se encuentra con Agustina y Rodolfo que
estaban parados, por su parte la señora Agustina estaba llorando, dando vueltas
de un lado a otro, esperado q que algún medico le dijera algo. Cuando Daniel se
acerca para saber que fue lo que le sucedió, Agustina lo ve y lo abraza
fuertemente, y comienza a llorar. Daniel aun sin saber lo que estaba
sucediendo, tomo a la señora por los brazos para poder verla a la cara y
preguntarle lo sucedido.
-Por que esta aquí? Que le paso?-
-Dionisio estaba forcejeando con
Camila y solo alcance a verla cuando le pego y ella cayo golpeándose en el
escritorio, para cuando me acerque ella estaba desmayada y sangrando de la
cabeza.-
-Ese imbécil me las va a pagar!-
Si algo le pasa a mi mujer o mis hijos, lo voy a matar!- Decía Daniel con coraje y rabia en su mirada.
Después de un rato, sale el
doctor preguntando por los parientes de la señora Camila. Daniel contesta
inmediatamente que él es su esposo. El doctor se acerca a él con una mirada
preocupada y le dice:
-La señora sufrió una fuerte
contusión en el cráneo, y por su embarazo no podemos administrarle medicamentos
fuertes. Ahora lo que nos tiene preocupaos es la inflamación del cerebro, si
esta no se le baja en las próximas 24 horas, vamos a tener que operarla.-
-Y mi hija podrá estar bien?- le
preguntaba Agustina
-No lo sabemos, el problema aquí
es que la vida de su esposa esta muy delicada, requerimos de darle medicamentos
para ayudarla, pero estos medicamentos pueden detener el embarazo o incluso acabar
con la vida de los bebés.- Le contestaba el doctor mirando a Daniel con
tristeza. Agustina al escuchar la noticia se hecho a llorar de nuevo.
-Entonces que podemos hacer?-
pregunto Daniel.
-Mi recomendación seria hacerle
una cesaría de emergencia a la señora y luego proseguir a darle los
medicamentos esperando que con esto sea suficiente para no someterla a cirugía
del cerebro. Los bebés tienen más posibilidad de sobrevivir fuera del vientre
si le aplicamos las medicinas a su esposa.-
Era una decisión difícil para
Daniel, por que no importara que decidiera, la vida de sus hijos y su esposa no
estaba segura. No pudo contestar en ese momento, lo que deseaba es hablar con
ella y poder hacer la decisión junto con Camila. El medico le dijo que si podía
verla, pero que estaba inconsciente, que la tenían sedada y no había forma de
que le pudiera contestar.
Daniel entro al cuarto de Camila,
usando una de esas batas azules de hospital, al entrar la vio dormida, traía
una gaza en la frente de donde se había golpeado. Él la miro con ternura,
hablándole muy dulcemente mientras le acariciaba la mejilla dándole unos
besitos en la frente.
-Mi amor, te vas a poner bien.
Solo que vamos a tener que tener a los bebés mas pronto de lo esperado.- Le
contaba mientras comenzaba a llorar de verla ahí inconsciente y el sonido de un
“bip” sonaba constantemente como diciéndole a Daniel que su mujer aun sigue
viva. Luego le puso una mano en su vientre y dándole un beso, se dio la vuelta
y salió del cuarto.
Al salir del cuarto el medico
estaba a un lado de Agustina esperando por el a que le diera la respuesta de la
decisión que había tomado. Daniel salió con la mirada agachada y con los ojos
aun húmedos de haber llorado.
-Esta bien doctor, hay que hacer
la cesárea.-
El doctor entonces empieza con
los tramites para que esa misma tarde se haga la operación.
Mientras tanto Mariano se entera
a través de Pablo lo sucedido. El se pone tan preocupado que decide ir al
hospital a visitarla, pero Pablo lo detiene.
-Cálmate Mariano, Daniel y su
mamá están con ella. Tienes que entender que ellos son su familia, lo mejor
será que esperes un poco, no tiene caso que estes ahí si no te van a dejar
verla.-
-Pero que tal si algo se ofrece,
algo puedo ayudar?-
-Si te llegan a necesitar, te lo
harán saber, dales su espacio Mariano.-
-Bueno tal vez tengas razón, pero
mañana a primer hora estaré ahí para ver como sigue. Pablo por favor si le
llegan a avisar de algo, házmelo saber por favor, cualquier cosa que se
necesite me voy al hospital inmediatamente.-
De vuelta en el hospital, Camila
ya estaba en el quirófano, Daniel había entrado también para ver el nacimiento
de sus hijos. Todos los doctores estaban alrededor de la camilla donde estaba
tendida Camila, envuelta en sabanas azules y con un tubo que salía de su boca
que le ayudaba a respirar. Daniel estaba a un lado de Camila, cerca de su
cabeza donde el le hablaba y le decía cuanto la amaba y que luchara para
ponerse bien por que la necesitaba.
Los doctores por su parte, habían
iniciado la cirugía, haciendo una incisión en su vientre para poder sacar a los
bebés de Camila, cuando salió el primero era demasiado pequeñito, una de las
enfermeras lo tomo con una cobijita y lo llevo a otra área donde empezaron a
limpiarlo y tratar de hacerlo respirar, Daniel volteaba y preguntaba como
estaba, sin dejar de mirar a la enfermera y sin alejarse del lado de Camila le
suplicaba que le dijera como estaba, pero la enfermera parecía ignorarlo y se
concentraba mas en su trabajo de hacer reaccionar al bebé, de pronto se escucho
un llanto, tan débil y agudo que casi no podía escucharlo desde donde el
estaba. La enfermera entonces le respondí que era un niño, que ya había
reaccionado pero que tenían que llevarlo de emergencia a la encubadora. Después
salió el segundo, este otro bebé era aun mas pequeñito, se veía aun mas débil
que el primero y mucho mas delgadito. Al igual que el primero, otra enfermera
lo tomo con una cobijita y empezó a hacer los mismo procedimientos que con el
primero. Daniel también desde su lugar observaba a su bebé, este parecía
inconsciente, cas como si se hubiera desmayado, la enfermera metiéndole unos
tubos por la boquita y dándole unos masajes para hacerlo reaccionar, el bebé no
respondía, una segunda enfermera llego con otro aparato. La preocupación por no
escuchar a su bebé llorar lo hiso levantarse de su lugar para acercarse a ver a
su segundo hijo que parecía no responder a nada de lo que las dos mujeres
hacían.
-Vamos hijo, reacciona!
Reacciona!- decía Daniel –Eres fuerte, yo lo se, tu eres fuerte igual que tu
mamá, Vamos hijo!-
De pronto como si el bebé hubiera
podido escuchar las palabras de su papá, empieza a llorar, un llanto muy débil
y casi inaudible, pero para Daniel, era el mejor sonido del mundo.
La enfermera lo cubre y también
lo lleva a la encubadora, no sin antes darle la noticia a Daniel de que su
segundo bebé era una niña. Daniel le dio gusto escuchar es anoticia que les
dijo a los doctores – Claro que lo es, igual de fuerte que su mamá.-
Los bebés ahora estaban en la encubadora,
a ambos les tuvieron que conectar un respirador ya que por haber nacido antes
de tiempo, sus pulmones aun eran muy débiles. Pero el peligro aun no pasaba,
Camila aun tenia que pasar por tratamientos para poder ponerse mejor. Daniel
nunca en su vida se había sentido con tanta impotencia de tener a la mujer que
ama entre la vida y la muerte, y a sus hijos luchando por sobrevivir.
-La cesárea salió todo a la
perfección, ahora solo nos queda esperar que los bebés evolucionen bien. Y esta misma noche
iniciaremos el tratamiento de su esposa. Esperamos que si reacciona a los
medicamentos, en 72 horas ya la podremos despertar.
-Muchas gracias doctor.- le
agradeció Daniel y salió del quirófano para esperar en la sala de espera
mientras trasladaban a su esposa y sus hijos a la sala de maternidad. Al salir
le conto a Agustina que todo había salido bien que ya nada mas queda esperar.
Agustina bien tan cansado a Daniel que le sugirió que se fuera a dormir.
-Ay hijo, deberías de irte al
rancho a descansar, yo me puedo quedar aquí.-
-Gracias señora, pero prefiero
quedarme, no me quiero alejar de Camila.-
-Bueno, está bien, te entiendo,
Igual y cuando pasen a Camila a la habitación te recuestas junto a ella en el sillón.
Tú también necesitas dormir.
-Señora, usted no quiere que
mande a llamar a Rodolfo para que venga por usted? –
-No te preocupes, ya le llame yo,
ya no debe de tardar en llegar, solo quiero ver a Camila antes de irme, al cabo
que me quedo tranquila por que se que en tus manos ella va a estar muy bien
cuidada.-
Daniel por primera vez sintió que
su suegra le estaba dando la confianza y que por fin lo estaba aceptando en su
familia. Momentos más tarde, salió el doctor diciendo que ya podían pasar a la
habitación de Camila. Doña Agustina entro para verla, aunque seguía dormida, se
acercó para darle un beso en la frente y darle su bendición.
-Mi amor, hija. Me voy a ir a descansar,
pero Tu esposo se quedara a tu lado velando por ti y tus hijos. En verdad que
no me había dado cuenta que Daniel es un gran hombre. Hiciste muy bien al
elegirlo a él. Ahora solo falta que te pongas bien mi vida. Mañana regreso a
verte.-
Doña Agustina se va, dejando a
Daniel a lado de su hija.
A La mañana siguiente Daniel
dormía en el sillón, que aunque se veía algo incomodo, él estaba profundamente
dormido, Doña agustina había entrado muy temprano a la habitación para ver a su
hija y no fue raro encontrarse con
Daniel aun durmiendo. Le dio tanta ternura verlo que no quiso
despertarlo, por el contrario, tomo una de las cobija que había llevado y con
ella tapo a Daniel. Después de un rato, Daniel despertó viendo a su suegra a un
lado de Camila, quien todavía seguía nconciente. Cuando se levanto del sillón
se dio cuenta de la cobija y solo la hiso a un lado. Se hacerco a Camila y le
dijo a su suegra:
-Gracias por la cobija señora-
-No fue nada, también te traje un
poco de ropa para que te cambies y salgas a desayunar algo, creo que ayer ni si
quiera comiste.-
-Si, es verdad, si tengo hambre.-
-Anda hijo, cámbiate y ve desayunar, yo me quedo aquí.-
Daniel le agradeció, se metió al
baño de la habitación y aprovecho a darse un baño rápido para ir a desayunar.
Mientras tanto, en la sala de
espera ya estaba Viviana y Rafa que venían llegando para ver a su amiga, Daniel
los puso al tanto de lo sucedido de la cirugía y sus hijos, y les conto que el
responsable había sido Dionisio.
-Tienes que demandarlo Daniel,
ese hombre no puede seguir libre- le decía Rafa con coraje.
-Si, va a pagar. Ahorita solo
quiero que Camila y mis hijos se pongan bien, ya que estén fuera de peligro, me
encargare de hacer pagar a ese imbécil.-
En ese momento venia llegando
Mariano, que al verlos a los tres parados en la sala de espera, se acercó para
preguntar por el estado de Camila, Daniel le dio una breve explicación de lo
sucedido y le dijo que si quería podía verla, que él mientras iba a comer algo.
Viví y Rafa acompañaron a Daniel a la Cafetería.
ahora si le gane a todas jajajajajaja , bueno no me dejes así tengo que decir lo que digo siempre quiero la parte 16 y pedirte que sea rápido se que es mucho pedir pero , espero que los bebes se salven y camila igual , asi que porfasssssssssss parte 16
ResponderEliminarEsta Buenisimaa me encanta que pasara con camila y sus nenes Haaay ya porfa la parte 16 por favoooooooooor no tardes mucho en subir las partes porfa.
ResponderEliminarMuchas gracias, si no fuera por sus comentarios tanto aqui como en twitter, la verdad que nunca hubiera publicado la historia. Gracias por leerme.
ResponderEliminarjamie escribe otra historia siiiii anda
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