sábado, 29 de septiembre de 2012

PARTE DIECISIETE





PARTE DIECISIETE

 

Daniel y Camila habían salido del hospital, a ella ya la habían dado de alta, pero a sus bebés aun le faltaba tiempo para que estuvieran completamente sanos. El niño fue el primero que lo dieron de alta. El día que pudieron regresar los tres al rancho, en verdad estaban muy felices, todos en la Malquerida hacían fila para conocer al niño.

-Camila como se llama el bebé- le pregunto Luzma que cargaba con tanto cuidado por primera vez al bebé.

-Se llama Daniel, igual que su papá y que su tío abuelo.- le contesto ella abrazándolo y dándole un beso al hombre de su vida.

-Te dije, que no?- comento Rodolfo al escuchar el nombre del bebé. –Ese chamaquito tendría el nombre del papá, pos además esta igualito, ira nomas.-

-Y la niña, Camila, como sigue?- pregunto Piedad

-Ay mi princesa- contesto con nostalgia. –Pues espero ya ponto tenerla en casa, aun esta un poquito delicada, pero ahí la lleva Piedad. Pronto también estará aquí con nosotros.-

-Y entonces, como se llama ella?- le pregunto Rodolfo a Daniel

-Bueno, yo quería que se llamara Camila, como su mamá, pero Camila no le gusto del todo, dice que no es muy común que las niñas lleven el nombre de la mamá, que solo los niños usan mas el nombre del papá, asi que como Daniel se llama ya su hermano, pues decidimos llamarla Andrea… Pero aun sigo peleado por que se llame Andrea Camila-

-No mi amor, para que quiere dos nombres si nada mas va usar uno, además Andrea me gusta, por que me trae muy bonitos recuerdos de cuando te conocí como Andrés.-

 

-Pues a mí si me gusta- decía piedad. –Si esta bonito, además así conocimos todos a Daniel. Bueno señora Camila, las recamaras de los niños esta lista, anoche se la arreglamos los muchachos y yo y se la dejamos bien bonita.-

-Muchas gracias Piedad, pero ahora dime donde anda mi otra princesa, donde esta Agatha?-

-pues la señorita Viviana y el señor Rafa llegaron esta mañana y se la llevaron al pueblo, que querían traerle una sorpresa, entonces yo creo que ya no deben de tardar.- Les dijo Piedad.

-si, espero que no tarden por que me muero por ver a mi princesa.

En ese momento la voz de Rafa se escucho que venia entrando a la sala donde aun continuaban todos admirando y apreciando al nuevo bebé. Camila al ver entrar a Rafa y Viviana con la pequeña Agatha en brazos, se alegró mucho por las ganas que tenía de ver a la niña. Vivi, que traía a la niña en brazos la soltó a medio camino para dejarla caminar por si misma, Agatha tambaleando un poco se soltó de los brazos de Vivi y camino hacia Camila, quien con el pequeño Daniel aun en bazos extendió una mano para alcanzar a la niña que sonriendo iba hacia ella.

Daniel se puso tan emocionado de ver a su hija caminar por si misma que la levanto del piso para cargarla y llenarla de besos. Todos ahí presentes fueron testigo de ver a la niña caminar.

-Bueno, aprovechando que estamos aquí. Interrumpió Camila.-Quiero decirles a todos que en cuando Andreita este en casa, vamos a iniciar los preparativos del bautizo de los gemelos y de Agatha.  Ya platique con Daniel al respecto, y quiere que yo sea madrina de Agatha, ya que es una forma de poder ser como su segunda mamá. Pero queremos que Viviana y Rafa sean los padrinos de los gemelos. Que dicen, aceptan?- Les preguntaba Camila a sus amigos, que al escuchar la noticia se quedaron emocionados, que no tuvieron que pensarlo, su respuesta fue inmediata, les dijeron que si y los abrazaron con emoción. Todos los demás los felicitaron dándoles abrazos y besos a los nuevos padrinos.

Una semana después, Camila y Daniel vuelven de nuevo del hospital, esta vez traía en brazos a Andrea, quien por fin la había dado de alta y se encontraba muy bien de salud. Al igual que cuando llego Danielito, también todos estaban muy emocionados por la llegada de la bebé, todos se moran por abrazarla y cargarla, Camila con mucho cuidado la coloco en los brazos de Piedad quien se había estado muriendo por verla y cargarla desde que nació. La bebe estaba dormida, y así la empezaron a pasar de brazos en brazos, para cuando la cargo Rodolfo, La niña abrió los ojos.

-Mira tú, la chamaquita tiene sus ojitos verdes!- Dijo Rodolfo, entonces todos los demás, incluso los que ya habían cargado a Andreita, se acercaron para verle los ojitos abiertos.

-Deberás! – dijo Dorotea

-Pos claro! Si La seño Camila los tiene Verdes.- les decía Piedad.

-A dios, apoco si?- Pregunta Rodolfo volteando a ver a Camila para verificar que en verdad tuviera los ojos verdes.

A partir de ese momento empezaron los preparativos para el bautizo de los tres niños, Camila y Daniel se encargaron de llevar el control de todo lo que se necesitaba, y todos los muchachos del rancho habían arreglado la capilla y la terraza para que fuera un evento importante. Incluso Dante vendría de Chile a la fiesta.

Por fin llego el gran evento del bautizo, todos los invitados estaban ya en la capilla, Rafa cargaba a Danielito, Vivi a Andrea y Camila tenia en sus brazos a Agatha junto a Daniel. El padre oficio la misa hasta que llego el momento del bautizo, donde Rafa, Vivi y Camila cargaban a cada uno de los niños para el momento justo de bautizarlos con el agua bendita cuando de pronto la voz de alguien se escucha a lo lejos gritar.

-Esperen!-

Todos en la capilla voltearon hacia la entrada, y para su sorpresa, en la entrada estaba Miriam, que venia caminando hacia el altar.

-Que le están haciendo a mi hija?- Preguntaba Miriam volteando a ver a Camila y Daniel que al verla entrar se sorprendieron. Miriam se acercó a Camila para tomar a la niña de sus brazos. Miriam casi arrebatándosela la jalo haciendo que Agatha empezara a llorar. Miriam intento calmarla, meciéndola un poco, pero Agatha solo estiraba su manita hacia donde estaba Camila sin dejar de llorar. Daniel entonces se acercó para intentar tranquilizarla, cuando el se acerca, la bebe estira sus dos manitas esperando a que su papá la cargara, estirándose mas hacia el. Pero Miriam la abrazo mas fuerte y se voltio para alejarla de el. El llanto de Agatha e intensificaba con el eco de la capilla, todo mundo se mantuvo en silencio observando lo que sucedía.

Miriam por su parte intentaba calmar a su hija, hablándole despacio repitiéndole que ella era su mamá, aunque el tono que utilizaba era muy dulce, no le fue suficiente a Agatha para confiar en ella. La niña empezaba a moverse intentando soltarse de Miriam, entonces ella al ver que no podía calmarla, se la entrego a Daniel, la niña entonces se aferro fuerte al cuello de su papá, y recargo su cabecita sobre su hombro, solo así se pudo calmar.

-Que haces aquí?-  Le pregunto Daniel en un tono demandante.

-Vine por mi hija.- Le contesto Miriam.

-Por que después de tantos meses, apareces apenas hasta hoy.-

-Perdóname Daniel por haberme ido así, y abandonar a mi hija. Pero tenia que irme sola, tenia que aclarar mi mente y mis sentimientos. Entiende que no fue fácil para mi.-

Entonces Camila interrumpe para decirles.

-No creo que este sea el momento para aclarar las cosas, estamos en una capilla.-

-Si, de eso me doy cuenta, pero que pretendían hacer con mi hija. Daniel sabes perfectamente que yo soy Judía, y para mi este ritual no es aceptable.-

-Bueno, también es mi hija y yo soy católico, así que por eso permití que se le bautizara.-

-Pues para mi este bautizo no tiene valor, pero esta bien, adelante, permito que la bauticen solo en agradecimiento por haber cuidado de mi hija.-

Daniel la mira con coraje. El comentario no le pareció apto, pero lo que no quería era seguir discutiendo, así que ya no le dijo nada, Miriam tomo asiento en una de las butacas de la capilla para presenciar el bautizo. Daniel se da la vuelta hacia el altar donde le entrega la niña a Camila y junto con Rafa y Vivi continúan la misa.

Al salir de la capilla cuando finalizo la misa, los invitaron se fueron hacia la terraza donde estaban todas las mesas ya adornadas. La música comenzó a tocar y la gente se sentó a disfrutar de la fiesta, entonces Daniel, Camila y Miriam aprovecharon la oportunidad para irse a platicar, a la niña la dejaron en cuidados de Agustina a quien la pequeña Agatha ya estaba acostumbrada y la quería mucho.

Ya dentro de la casa, los tres se sentaron en la sala para discutir sobre el tema de Agatha.

-Donde anduviste todo este tiempo?- Le pregunto Daniel bastante interesado en saber que había sido de ella todos esos meses.

-Me fui a España un tiempo, ¿recuerdas que te platique que tenia unos parientes en Madrid?.. Pues estuve con ellos este tiempo. La verdad es que me fui por que necesitaba estar sola, aclarar muchas cosas y la verdad que en ese momento no me sentí capas de poder cuidar a mi hija como se debía.-

-Pero por que nunca llamaste? Nunca supimos nada de ti!- Continuo Daniel.

-Si, ya sé que debí haberlo hecho, pero no me atreví, desde hace tiempo que había planeado regresar, pero luego tuve un problema de salud que me impidió viajar, pero en cuando el medico me autorizo viajar, me vine. Me moría de ganas de ver a mi hija.-

-Piensas llevártela a Chile?- Le pregunta Camila preocupada

-Pues si, esa es la idea, Agatha es mi hija y debe estar conmigo. Y Yo no tengo nada que hacer aquí en México, no tengo a nadie, así que lo mejor será que nos vayamos a nuestro país.-

-Y cuando piensas irte?- le pregunto Camila

-No se, espero que sea pronto.-

-No, Miriam, no te puedes llevar a mi hija de México.  

-Claro que puedo! Agatha es mi hija Daniel. Tu ya tienes una familia. No pretendas quitarme a la mía también.-

-No claro que no, siempre supimos que algún día regresarías, pero… Piensa en Agatha, tu eres una extraña para ella, no te la puedes llevar así nada mas. Viste como se puso en la capilla, ella no te reconoce.-

-Bueno, ya lo hará!- Le contesto Miriam poniendo un punto final a la conversación.

-Daniel.- interrumpe Camila.- ella tiene razón, aun es pequeña y pronto se adaptara. Pero Miriam, si me lo permites, e gustaría ofrecerte que te quedes unos días en la Malquerida en lo que la niña se va acostumbrando a ti. Así puedes pasar mas tiempo con ella sin que Agatha sienta que eres una extraña. Puedes quedarte todo el tiempo que sea necesario. Hazlo por la niña, no se merece que le arrebates todo lo que ella conoce hasta ahorita.-

Miriam se quedo pensativa, estaba pensando la propuesta de Camila, en verdad era egoísta de su parte quererse llevar la niña así de un día a otro sin tomar en cuenta los sentimientos de la pequeña.

-Tienes razón Camila, no voy a ser egoísta, te agradezco mucho lo que estas haciendo por mí.-

-Bueno, también lo hago por Agatha, es una bebé hermosa y muy linda. Se convirtió en parte de esta familia desde el primer día, yo la quiero como si fuera mía… Pero bueno, por que no volvemos a la fiesta? Están todos nuestros invitados esperándonos.-

Los tres salieron de la sala hacia la terraza donde la fiesta se llevaba a cabo, todos bailaban y jugaban con los bebés, Agatha bailaba con Rafa tomándola de las manitas y aunque el baile de la niña era solo subir y bajar, a Rafa le resultaba muy divertida verla con su vestidito largo. Miriam se sentó en una de las mesas donde la única persona que reconoció fue Dante, lo cual le dio seguridad estar cerca de el.

Dante y Miriam aprovecharon el momento el momento para platicar sobre todo lo ocurrido y de como ella se había ido dejándole a Agatha, el como se tuvo que regresar solo y lo asustado que estuvieron todos de no encontrarla. Miriam le explico lo que había pasado y se disculpo por haber hecho pasar por ese momento. Al final de cuentas Dante se alegraba que ella estuviera bien y que hubiera regresado.

Al caer la tarde, la mayoría de la gente ya se había ido, aun quedaban algunos amigos cercanos, especialmente la gente que vivía dentro de la Malquerida. Entonces la música se puso mas lenta, la gente ya solo se quedaba platicando, entonces Daniel aprovecha que ponen una canción lenta y saca a Camila a bailar, en medio de la pista estaba los dos abrazados dando pasos lentos y disfrutando de la canción y de estar juntos. Miriam no pudo evitar verlos, el principio le resulto incomodo verlos, trato de disimuladamente voltear a otro lado, Dante noto ese momento incomodo de ella y aprovecho para tratar de hacerle platica y hacer como si no pasara nada.

-Estas bien?- le pregunto Dante mientras Daniel y Camila seguían bailando en medio de la pista.

-Si, solo que me costara trabajo acostumbrarme a esto-

-Lo hará. Te sorprenderías saber a que cosas se llega a acostumbrar uno.-

-No se si algún día me acostumbre del todo, por eso espero no tener que estar aquí mucho tiempo.

 

 

               

jueves, 27 de septiembre de 2012

PARTE DIECISEIS







PARTE DIECISEIS

 

Mariano entro a la habitación de Camila donde Doña Agustina estaba sentada a un lado de su hija acariciándola de la frente y mirándola con ternura, deseando que su hija en ese momento despertara sin ningún malestar.

-Buenos días señora, como le va? Como sigue Camila?-

-Hola Mariano, pues yo estoy bien gracias, pero Camila sigue dormida todavía, al parecer en un rato mas van a venir los doctores a ponerle un medicamento que esperan que con ese pueda reaccionar y despertar pronto.-

-Y como están los bebés?-

-Siguen muy delicados, antes de venir a ver a Camila pase a verlos y la enfermera me dijo que están muy delicados, ahorita necesitan respirador artificial aun no tiene la fuerza para respirar por si solos… Pobrecita de mi hija ha pasado por tantas cosas-

-Si lo se- le decía Mariano poniendo un brazo sobre su hombro para brindarle su apoyo.

 

Daniel mientras iba rumbo a la cafetería con Viviana y Rafa, les pidió que primero quería ir a ver a sus hijos. Al llegar a los cuneros, había dos cajitas transparentes en donde dormía cada uno de sus bebés, estos conectados a tubos que salían de sus pequeñísimas boquitas. Todo el escenario era muy triste, Daniel deseaba poder tocarlos, pero se veían tan frágiles que también le daba temor. Los observaba con tanto amor que parecía que el tiempo se había detenido. Después de un rato se despidió diciendo que pronto volvería para llevarlos a casa junto con su mamá.

Después de la visita a sus bebés, en la cafetería Daniel le conto a Rafa y Viví que tenia las pruebas para poder encarcelar a Dionisio, pero que con lo sucedido no había podido ir a levantar una denuncia.

-No te preocupes Daniel, Viví y yo podemos ir a la delegación, espero que pronto puedan detenerlo, después de lo que le hiso a Camila, es lo menos que se merece.-

-Si muchas gracias Rafa, en verdad que ahorita no tengo cabeza para nada, lo único que me interesa es que Camila y mis hijos se pongan bien.-

-Se pondrán bien Daniel, Camila es muy fuerte y tus bebés tiene a Camila y a ti de papá, por lo tanto también son muy fuertes. Después de todo lo que han pasado, siguen luchando, tus bebés serán igual de luchones.- Le decía Vivi dándole las palabras de aliento

-Gracias Vivi. Aunque para serte sincero, siento que mi mundo se me esta derrumbando, necesito a Camila para sentirme fuerte, para seguir luchando, sin ella no se si pueda.- En ese instante Daniel agacha la cabeza y empieza a llorar. Todas las preocupaciones lo estaban abrumando al punto de sentirse vencido. Viví se levanto de su silla y lo abrazo, dejándolo que se desahogara en su hombro, mientras que Rafa, le ofrecía su brazo firme sobre su hombro en señal de apoyo a su amigo.

Ya en la habitación de Camila, uno de los médicos junto con una enfermera entraron a revisar a Camila. La enfermera empezó a preparar una jeringa que inyecto sobre el tubo del suero que tenia Camila. Daniel mientras tanto venia entrando, justo a tiempo para escuchar la explicación del medico sobre los efectos secundarios de la medicina.

-Hay que estar atentos a su respiración, uno de los efectos secundarios puede ser un paro respiratorio. Pero espero no tengamos ningún problema, si solo sale bien, probablemente mañana en la mañana ya este despertando. Si despierta entonces el problema habrá pasado.- les decía el doctor, Daniel puso extremada atención en las indicaciones, ya que había decidido no separarse de ella ni un solo momento.

Después de aplicarle el medicamento, el medico salió de la habitación, entonces Agustina y Mariano, también salieron para dejarlos solos. Daniel se quedo junto a Camila acariciándole el cabello, quedándose lo suficientemente cerca para escuchar su respiración.

Las horas pasaban, Daniel seguía a un lado del amor de su vida sin quererse separar ni un momento, hablándole al oído lo mucho que la ama, platicándole lo hermosos que son sus hijos. Pero Camila solo seguía dormida, parecía no reaccionar a nada. Al llegar la noche el cansancio y el sueño lo vencieron, pero no fue pretexto para alejarse de ella, solo acerco uno de los sillones y se quedo dormido con la cabeza sobre la cama y tomado de la mano de su mujer. Por la madrugada Camila empezó a abrir los ojos aun muy débil y tratando de ubicarse, aunque la habitación estaba obscura, la luz de la luna alcanzaba a reflejar la suficiente luz para que Camila pudiera ver a Daniel dormido con su cabeza recostada sobre la cama. Camila levanto lentamente su brazo para poder tocarlo y acariciarle el cabello, entonces Daniel al sentir su caricia despertó y al verla despierta a ella, se levanto contento dándole un beso en la frente, tratando de no moverla mucho.

-Como te sientes mi amor?- le pregunta tomándola de la mano.

-Con dolor de cabeza- Le contesto al mismo tiempo que se llevaba su mano a su vientre, y al darse cuenta que sus bebés ya no estaban ahí empezó a alterarse, a quererse levantar para ver lo que le había pasado a su cuerpo. Daniel trataba de tranquilizarla, pero al ver que Camila ignoraba sus advertencias, el la tomo por las mejillas dándole un beso en los labios para llamar su atención, entonces él le contesta.

-No pasa nada mi amor, ellos van a estar bien!-

-Donde están mis bebés?- le pregunto llorando.

Entonces Daniel le tuvo que explicar que tuvieron que nacer antes, pero que estaban siendo atendidos muy bien.

-Quiero verlos Daniel, llévame a verlos-

-Ahorita no puedes, estas muy débil. Recuéstate, te prometo que mañana hablare con el medico para llevarte a verlos.-

Camila insistió varias veces que la llevara, pero después de  un rato, el dolor de cabeza parecía hacerse mas fuerte, que tuvo que llegar una enfermera para medicarla, esto la convenció de tener que esperar hasta que amaneciera para poder ir a ver a sus hijos. El medicamento dejo a Camila casi adormilada, pero tranquila, Daniel entonces le empezó a platicar lo hermosos que eran los gemelos y la sorpresa mayor que eran un niño y una niña. Cuando ella escucho esa noticia entre su debilidad y casi a punto de dormir, Camila sonrió y se quedo dormida.

Ya en la mañana, Camila despertó mas tranquila, el medico la reviso y le puso otros medicamentos en el suero, entonces ahí ella aprovecho para pedirle al doctor que la dejara ver a sus bebés, el doctor acepto y le mando una silla de ruedas para que Daniel la pudiera llevar a los cuneros. La enfermera la dejo pasar hasta donde tenia las encubadora, Camila pudo meter su mano para tocar la espaldita de cada uno de sus bebés y no pudo evitar llorar al verlos tan chiquitos, pero a su vez le daba alegría el por fin poder conocer a esas personitas que crecían dentro de ella.

La recuperación de Camila fue rápida, mas pronto de lo que el medico esperaba, mientras estaba ella hospitalizada, iba todos los días a visitar a sus bebés. El niño crecía muy bien, al igual que su mami, también pronto empezó a evolucionar, sus pulmones se desarrollaron rápido y antes que su hermanita, el niño dejo el respirado artificial y comenzó a ganar peso. Una tarde, la enfermera por fin dejo que Camila abrazara a su bebe, poniéndolo sobre su pecho para que el calor de su mamá lo mantuviera abrigadito, Daniel a un lado de Camila tocaba a su bebé por primera vez, dándole un besito en su cabecita y disfrutando de ese momento. Pero la felicidad de ambos no era completa, por otro lado la bebita seguía muy débil, aun no podía respirar por si sola y parecía que había dejado de crecer, aun estaba rodeada de tubos. Al dejar a su primer bebe de nuevo en su cunita, la enfermera les dio la mala notica de que la bebé estaba muy enfermita, que su corazoncito estaba tan débil que probablemente no podría sobrevivir la noche.

La noticia fue terrible para los dos, Camila se tiro al llanto en los brazos de Daniel, el lloraba mas en silencio solo besando la cabeza de su mujer que se había refugiado en el.

-Mi niña, Daniel, mi bebita no quiero que se me muera- lloraba Camila. Él solo la consolaba abrazándola fuerte.

Durante la noche, Camila no quiso regresar a su habitación, era la ultima noche que ella se quedaría, por que a la mañana siguiente la darían de alta. Prefirió quedarse a lado de su bebita y Daniel con ellas. Fue una noche difícil, Camila acariciaba la espaldita de su hija hablándole y diciéndole cuanto la ama, dándole fuerzas para luchar y ponerse bien. Y aunque la bebé estuvo tranquilita toda la noche, Camila no dormía mas de 10 minutos de vez en cuando y solo porque el sueño la vencía en algunas ocasiones.

Llego la mañana y el sueño había logrado vencer a Camila y Daniel que se habían quedado en un sillón junto a la encubadora. La enfermera entonces los despertó con la noticia de que la bebé había estado estable toda la noche.

-Aun no esta fuera de peligro señora, pero la bebé paso una noche tranquila a comparación de lo que esperábamos, si la situación sigue así, tal vez hay una esperanza de que se salve- Le decía la enfermera con un tono de esperanza para ambos. Camila se puso tan contenta que se acercó a su hija para decirle que estaba muy orgullosa de ella por aferrarse a la vida.

-Mi vida, hija mía estoy muy feliz por que se que eres fuerte y te vas a poner muy bien- Le lloraba Camila con alegría y esperanza de que sus palabras fueran profecías.

-Hija, yo se que pronto estaremos juntos de vuelta en casa, tu eres muy fuerte, eso lo sacaste a tu mamita, por eso se que pronto saldremos de esta.- Daniel le decía a su hija.

-Señora, ya le tiene nombre a sus hijos?- le pregunto la enfermera. Camila voltea a ver a Daniel le sonríe y le contesta:

-Si, ya los tenemos.-

martes, 25 de septiembre de 2012

PARTE QUINCE

 
 
PARTE QUINCE

 

 

Daniel iba manejando hacia la oficina del licenciado Becerra, llevándole la evidencia que había encontrado para poder meter a Dionisio a la cárcel de una vez por todas. Cuando ya se había estacionado frente a la oficina, le suena el celular.

-Daniel, tienes que irte al hospital de Metepec- le llamo Luzma muy preocupada casi al punto del llanto.

-Luzma que pasa, estas bien? Haber cálmate. Que esta pasando, quine esta en el hospital?-

-Es Camila! Se la acaba de llevar Rodolfo!-

-Camila?, que le paso!- en ese momento Daniel se detiene y presta mas atención preocupadamente a lo que le dice Luzma.

-Ay Daniel, no se bien que paso, solo se que se golpeo la cabeza y se desmayo. Rodolfo se la llevo junto con la señora Agustina.-

-Voy para alla- Le contesto y colgó, subiéndose de nuevo a la camioneta y arrancando con prisa para llegar pronto al hospital.

En cuestión de unos minutos llego al hospital, en la sara de espera se encuentra con Agustina y Rodolfo que estaban parados, por su parte la señora Agustina estaba llorando, dando vueltas de un lado a otro, esperado q que algún medico le dijera algo. Cuando Daniel se acerca para saber que fue lo que le sucedió, Agustina lo ve y lo abraza fuertemente, y comienza a llorar. Daniel aun sin saber lo que estaba sucediendo, tomo a la señora por los brazos para poder verla a la cara y preguntarle lo sucedido.

-Por que esta aquí? Que le paso?-

-Dionisio estaba forcejeando con Camila y solo alcance a verla cuando le pego y ella cayo golpeándose en el escritorio, para cuando me acerque ella estaba desmayada y sangrando de la cabeza.-

-Ese imbécil me las va a pagar!- Si algo le pasa a mi mujer o mis hijos, lo voy a matar!- Decía  Daniel con coraje y rabia en su mirada.

Después de un rato, sale el doctor preguntando por los parientes de la señora Camila. Daniel contesta inmediatamente que él es su esposo. El doctor se acerca a él con una mirada preocupada y le dice:

-La señora sufrió una fuerte contusión en el cráneo, y por su embarazo no podemos administrarle medicamentos fuertes. Ahora lo que nos tiene preocupaos es la inflamación del cerebro, si esta no se le baja en las próximas 24 horas, vamos a tener que operarla.-

-Y mi hija podrá estar bien?- le preguntaba Agustina

-No lo sabemos, el problema aquí es que la vida de su esposa esta muy delicada, requerimos de darle medicamentos para ayudarla, pero estos medicamentos pueden detener el embarazo o incluso acabar con la vida de los bebés.- Le contestaba el doctor mirando a Daniel con tristeza. Agustina al escuchar la noticia se hecho a llorar de nuevo.

-Entonces que podemos hacer?- pregunto Daniel.

-Mi recomendación seria hacerle una cesaría de emergencia a la señora y luego proseguir a darle los medicamentos esperando que con esto sea suficiente para no someterla a cirugía del cerebro. Los bebés tienen más posibilidad de sobrevivir fuera del vientre si le aplicamos las medicinas a su esposa.-

Era una decisión difícil para Daniel, por que no importara que decidiera, la vida de sus hijos y su esposa no estaba segura. No pudo contestar en ese momento, lo que deseaba es hablar con ella y poder hacer la decisión junto con Camila. El medico le dijo que si podía verla, pero que estaba inconsciente, que la tenían sedada y no había forma de que le pudiera contestar.

Daniel entro al cuarto de Camila, usando una de esas batas azules de hospital, al entrar la vio dormida, traía una gaza en la frente de donde se había golpeado. Él la miro con ternura, hablándole muy dulcemente mientras le acariciaba la mejilla dándole unos besitos en la frente.

-Mi amor, te vas a poner bien. Solo que vamos a tener que tener a los bebés mas pronto de lo esperado.- Le contaba mientras comenzaba a llorar de verla ahí inconsciente y el sonido de un “bip” sonaba constantemente como diciéndole a Daniel que su mujer aun sigue viva. Luego le puso una mano en su vientre y dándole un beso, se dio la vuelta y salió del cuarto.

Al salir del cuarto el medico estaba a un lado de Agustina esperando por el a que le diera la respuesta de la decisión que había tomado. Daniel salió con la mirada agachada y con los ojos aun húmedos de haber llorado.

-Esta bien doctor, hay que hacer la cesárea.-

El doctor entonces empieza con los tramites para que esa misma tarde se haga la operación.

Mientras tanto Mariano se entera a través de Pablo lo sucedido. El se pone tan preocupado que decide ir al hospital a visitarla, pero Pablo lo detiene.

-Cálmate Mariano, Daniel y su mamá están con ella. Tienes que entender que ellos son su familia, lo mejor será que esperes un poco, no tiene caso que estes ahí si no te van a dejar verla.-

-Pero que tal si algo se ofrece, algo puedo ayudar?-

-Si te llegan a necesitar, te lo harán saber, dales su espacio Mariano.-

-Bueno tal vez tengas razón, pero mañana a primer hora estaré ahí para ver como sigue. Pablo por favor si le llegan a avisar de algo, házmelo saber por favor, cualquier cosa que se necesite me voy al hospital inmediatamente.-

De vuelta en el hospital, Camila ya estaba en el quirófano, Daniel había entrado también para ver el nacimiento de sus hijos. Todos los doctores estaban alrededor de la camilla donde estaba tendida Camila, envuelta en sabanas azules y con un tubo que salía de su boca que le ayudaba a respirar. Daniel estaba a un lado de Camila, cerca de su cabeza donde el le hablaba y le decía cuanto la amaba y que luchara para ponerse bien por que la necesitaba.

Los doctores por su parte, habían iniciado la cirugía, haciendo una incisión en su vientre para poder sacar a los bebés de Camila, cuando salió el primero era demasiado pequeñito, una de las enfermeras lo tomo con una cobijita y lo llevo a otra área donde empezaron a limpiarlo y tratar de hacerlo respirar, Daniel volteaba y preguntaba como estaba, sin dejar de mirar a la enfermera y sin alejarse del lado de Camila le suplicaba que le dijera como estaba, pero la enfermera parecía ignorarlo y se concentraba mas en su trabajo de hacer reaccionar al bebé, de pronto se escucho un llanto, tan débil y agudo que casi no podía escucharlo desde donde el estaba. La enfermera entonces le respondí que era un niño, que ya había reaccionado pero que tenían que llevarlo de emergencia a la encubadora. Después salió el segundo, este otro bebé era aun mas pequeñito, se veía aun mas débil que el primero y mucho mas delgadito. Al igual que el primero, otra enfermera lo tomo con una cobijita y empezó a hacer los mismo procedimientos que con el primero. Daniel también desde su lugar observaba a su bebé, este parecía inconsciente, cas como si se hubiera desmayado, la enfermera metiéndole unos tubos por la boquita y dándole unos masajes para hacerlo reaccionar, el bebé no respondía, una segunda enfermera llego con otro aparato. La preocupación por no escuchar a su bebé llorar lo hiso levantarse de su lugar para acercarse a ver a su segundo hijo que parecía no responder a nada de lo que las dos mujeres hacían.

-Vamos hijo, reacciona! Reacciona!- decía Daniel –Eres fuerte, yo lo se, tu eres fuerte igual que tu mamá, Vamos hijo!-

De pronto como si el bebé hubiera podido escuchar las palabras de su papá, empieza a llorar, un llanto muy débil y casi inaudible, pero para Daniel, era el mejor sonido del mundo.

La enfermera lo cubre y también lo lleva a la encubadora, no sin antes darle la noticia a Daniel de que su segundo bebé era una niña. Daniel le dio gusto escuchar es anoticia que les dijo a los doctores – Claro que lo es, igual de fuerte que su mamá.-

Los bebés ahora estaban en la encubadora, a ambos les tuvieron que conectar un respirador ya que por haber nacido antes de tiempo, sus pulmones aun eran muy débiles. Pero el peligro aun no pasaba, Camila aun tenia que pasar por tratamientos para poder ponerse mejor. Daniel nunca en su vida se había sentido con tanta impotencia de tener a la mujer que ama entre la vida y la muerte, y a sus hijos luchando por sobrevivir.

-La cesárea salió todo a la perfección, ahora solo nos queda esperar que  los bebés evolucionen bien. Y esta misma noche iniciaremos el tratamiento de su esposa. Esperamos que si reacciona a los medicamentos, en 72 horas ya la podremos despertar.

-Muchas gracias doctor.- le agradeció Daniel y salió del quirófano para esperar en la sala de espera mientras trasladaban a su esposa y sus hijos a la sala de maternidad. Al salir le conto a Agustina que todo había salido bien que ya nada mas queda esperar. Agustina bien tan cansado a Daniel que le sugirió que se fuera a dormir.

-Ay hijo, deberías de irte al rancho a descansar, yo me puedo quedar aquí.-

-Gracias señora, pero prefiero quedarme, no me quiero alejar de Camila.-

-Bueno, está bien, te entiendo, Igual y cuando pasen a Camila a la habitación te recuestas junto a ella en el sillón. Tú también necesitas dormir.

-Señora, usted no quiere que mande a llamar a Rodolfo para que venga por usted? –

-No te preocupes, ya le llame yo, ya no debe de tardar en llegar, solo quiero ver a Camila antes de irme, al cabo que me quedo tranquila por que se que en tus manos ella va a estar muy bien cuidada.-

Daniel por primera vez sintió que su suegra le estaba dando la confianza y que por fin lo estaba aceptando en su familia. Momentos más tarde, salió el doctor diciendo que ya podían pasar a la habitación de Camila. Doña Agustina entro para verla, aunque seguía dormida, se acercó para darle un beso en la frente y darle su bendición.

-Mi amor, hija. Me voy a ir a descansar, pero Tu esposo se quedara a tu lado velando por ti y tus hijos. En verdad que no me había dado cuenta que Daniel es un gran hombre. Hiciste muy bien al elegirlo a él. Ahora solo falta que te pongas bien mi vida. Mañana regreso a verte.-

Doña Agustina se va, dejando a Daniel a lado de su hija.

 

A La mañana siguiente Daniel dormía en el sillón, que aunque se veía algo incomodo, él estaba profundamente dormido, Doña agustina había entrado muy temprano a la habitación para ver a su hija y no fue raro encontrarse con  Daniel aun durmiendo. Le dio tanta ternura verlo que no quiso despertarlo, por el contrario, tomo una de las cobija que había llevado y con ella tapo a Daniel. Después de un rato, Daniel despertó viendo a su suegra a un lado de Camila, quien todavía seguía nconciente. Cuando se levanto del sillón se dio cuenta de la cobija y solo la hiso a un lado. Se hacerco a Camila y le dijo a su suegra:

-Gracias por la cobija señora-

-No fue nada, también te traje un poco de ropa para que te cambies y salgas a desayunar algo, creo que ayer ni si quiera comiste.-

-Si, es verdad, si tengo hambre.-

-Anda hijo, cámbiate y ve  desayunar, yo me quedo aquí.-

Daniel le agradeció, se metió al baño de la habitación y aprovecho a darse un baño rápido para ir a desayunar.

Mientras tanto, en la sala de espera ya estaba Viviana y Rafa que venían llegando para ver a su amiga, Daniel los puso al tanto de lo sucedido de la cirugía y sus hijos, y les conto que el responsable había sido Dionisio.

-Tienes que demandarlo Daniel, ese hombre no puede seguir libre- le decía Rafa con coraje.

-Si, va a pagar. Ahorita solo quiero que Camila y mis hijos se pongan bien, ya que estén fuera de peligro, me encargare de hacer pagar a ese imbécil.-

En ese momento venia llegando Mariano, que al verlos a los tres parados en la sala de espera, se acercó para preguntar por el estado de Camila, Daniel le dio una breve explicación de lo sucedido y le dijo que si quería podía verla, que él mientras iba a comer algo. Viví y Rafa acompañaron a Daniel a la Cafetería.

 

viernes, 21 de septiembre de 2012

PARTE CATORCE


 
 
 
PARTE CATORCE

 

Camila le contó lo sucedido a Daniel, de cómo Ágata había dicho mamá, y lo preocupada que se sentía por la niña al no saber que podía pasar si Miriam no regresaba pronto.

-Como puede ser que en tantos meses, no sepamos nada de ella?- Preguntaba Camila mientras se cambiaba de ropa a la hora de irse a dormir.

-No se, en verdad que no lo entiendo, ella no es así de abandonar las situaciones y mucho menos a su hija. Tengo miedo que algo le haya pasado, pero la policía no ha encontrado nada aun. Hoy hable con mi cuñado, y tampoco parece tener noticias.-

Ya dentro de la cabaña de Camila había una cuna, no era la misma que habían comprado provisionalmente de esas que se podían doblar y guardar, ahora era una cuna más grande de madera en color blanco, lo cual decía que la situación de Ágata se hacía más permanente en sus vidas. La niña ya dormía, la cunita la tenían dentro de la misma habitación de ellos, Camila solo se asomó una última vez a dentro de la cuna para asegurarse que estuviera bien tapadita y después recostarse junto a Daniel quien la esperaba con los brazos abiertos para recostarla sobre su pecho como a ella le gustaba dormir,

-Mi amor!- Le decía Daniel –Creo que ya va siendo hora que Ágata tenga su propia recamara. Y no solo Ágata, si no también estos bebes que ya están por llegar, No crees que ya es tiempo de regresar a la casa grande? Creo que ya es hora de que Dionisio y tu mamá nos dejen la habitación principal, no crees?-

-Si mi amor, tienes razón, pronto ya no vamos a caber en la cabaña. Hablare con mi mamá. Espero que entienda, aunque quisiera que Dionisio se fuera, pero mientras mi mamá siga casada con el, no habrá forma de hacerla entender que se aleje de él… Pero bueno, ya no quiero pensar en ellos, más bien quería platicarte sobre algo. Sé que Miriam es Judía, pero tú eres católico, y estaba pensando en que sería bueno bautizar a Ágata, ya casi cumple un año.-

Daniel se quedó pensando por un momento, era una difícil decisión porque sentía que le estaría quitando autoridad sobre su propia hija a Miriam, pero a su vez Ágata estaba viviendo en un hogar católico, del cual también sus gemelos también serían bautizados cuando nacieran.

-Bueno, algo que Miriam siempre estuvo de acuerdo es que es el mismo Dios, así que no veo por qué no podamos bautizarla.-

-Entonces organizo todo para su bautizo- Le contesto Camila emocionada

-Mi amor, no prefieres mejor esperar a que nazcan  los bebés para hacerlo todo junto, así te ahorras hacer doble preparación-

-Daniel, si me voy a aventar con doble parto, porque no he de hacer doble celebración? Así que esta dicho, hablare con el padre Anselmo para que la ceremonia sea en la capilla de aquí del Rancho-

-Bueno, pues será como usted quiera señora hermosa-

-Como yo que?- le pregunto Camila burlándose. Daniel empezó a juguetear con Camila respondiéndole con besos en el cuello y abrazándola tratando de hacerle cosquillas.

-Dije que será como usted quiera- Le contesto Daniel y dándole un dulce beso, disfrutando el momento de estar junto a la mujer de sus sueños, con sus bebés creciéndole  en su vientre y su hija dormida en una cunita a un par de metros.

Al día siguiente, estaba Luzma con Piedad y Dorotea en la cocina, Luzma estaba dándole de comer a Ágata en su silla alta, y la bebé como siempre solo balbuceando palabritas mientras que golpeaba un tenedor de juguete sobre la mesita de su silla. Luzma jugaba con la niña mientras le daba su desayuno.

-Ay mamá, no sé por qué la señora Camila se reúsa a saber el sexo de sus bebés? Sería mucho más fácil poderle comprar cositas si supiéramos si van a ser niños o niñas.- Le preguntaba Luzma a su mamá.

-Ay  mija, pos no quieren saber pa´ que sea sorpresa. Ya que lleguen las criaturitas, ya les compraran sus cositas.-

-Ojala que sean niñas, así Ágata tendrá con quien jugar y además hay tantas cosas tan bonitas para las niñas.-

-Ojala. Oye y tú para cuando piensas encargar, como que ya va siendo hora, que no?-

-Pues si mamá, pero tengo miedo. Qué tal si tengo algo malo y por eso perdí al otro bebé?-

-No mija no digas eso, el doctor dijo que todo estaba bien. Así que los hijos llegaran cuando Dios los mande. No te preocupes Luzma, ya verás que luego llegan.-

 

Mientras tanto Camila estaba en la sala leyendo un libro, no había mucho que ella pudiera hacer  en su estado, cuando antes se la pasaba con en el ganado, ahora ya no podía ni llegar de su cabaña a la casa grande sin cansarse. Pero el motivo de estar en la sala era para esperar a su mamá para hablarle sobre la recamara principal donde se estaban quedando ella y Dionisio.

                En el momento que en que ve que su mamá está bajando hacia la sala, se levanta para alcanzarla al pie de la escalera y le dice que necesita hablar con ella.

-Mamá, quería hablar contigo porque necesito pedirte algo que probablemente te va a molestar.-

-Que me quieres decir? Camila- Le pregunto algo su mamá

-Mamita, Daniel y yo creemos que ahora que nazcan los niños y con Ágata aquí, ya es tiempo de regresar a la casa. En la cabaña ya no vamos a caber los cinco.-

-Pues a mí que me preguntas, aquí sobran habitaciones, tú sabrás si te regresas.-

-Si mamá, pero estábamos pensando que sería bueno que Daniel y yo ocupáramos la habitación principal, porque ahí están otras dos habitaciones juntas que quedarían cerca para Ágata y los bebé. Y que tal vez tú y Dionisio pudieran utilizar alguna habitación del otro lado.-

-Del lado donde esta Luzma y Pablo?. Ahora nos quieres aventar allá junto a la hija de la cocinera?, que clase de humillación es esta?-

-No, no es ninguna humillación, es solo que Daniel y yo ya queremos regresar a nuestra casa y yo pienso que es justo que nos quedemos ahí por conveniencia para los bebes y aparte porque la casa es nuestra. Ay mamá, ¿por qué te pones en ese plan? Además ya sabias que el hecho de que ustedes usaran esa habitación era solo temporal, no me vengas ahora mamita con que te estoy humillando.-

La mamá de Camila la ve con desprecio, la notica no le fue nada grata y aparte se sintió ofendida, pero por no seguir discutiendo acepto dejar la habitación.

-Esta bien, le pediré a Piedad que cambie las cosas esta misma tarde- Le dice descontenta.

 

Después del desayuno Piedad y Dorotea se dedicaron a hacer el cambio de las cosas de una recamara a otra, llevando montones de ropa con todo y los ganchos para colgarlos directamente en la nueva habitación. Asi fueron haciendo la mudanza, cuando en uno de los cajones había un maletín negro, Dorotea al sacarlo del cajón y dejarlo sobre el tocador, no se dio cuenta que lo dejaba muy a la orilla y este cayo al piso rompiéndose y dejando documentos tirados. Dorotea empezó a levantarlos, eran hojas, carpetas y también había tres pasaportes. Al momento de levantarlos se dieron cuenta que todos tenían la misma foto de Dionisio pero todos tenían nombres diferentes, incluso no todos los pasaportes eran mexicanos, había uno que era de Colombia.

-oye piedad, mira esto? Es el señor Dionisio! Pero este al igual que el otro que encontramos quemado, también tiene otro nombre-

-Haber tu!-

Dorotea le muestra los pasaportes que empiezan a hojear. –Tenemos que decirle a la seño Camila y a Daniel-

-Pos si, pero ya guárdalos, no vaya a ser que venga el señor Dionisio y nos vaya a ver que andamos aquí viéndole sus cosas, ya sabes como se pone-

-No, estos me los voy a llevar, Anda Dorotea, guárdale todo lo demás, pero estos pasaportes me los voy a llevar para dárselos a Daniel.- Entonces Piedad se guarda los pasaportes dentro de su mandil y se sale de la recamara, llevándose otro montón de ropa para disimular su salida. Dorotea se queda muy nerviosa recogiendo todo lo demás.-

Mientras tanto Daniel venia llegando del pueblo, había ido a recoger unos software que había mandado a pedir para el proyecto que tenia en hacer algunos programas para la ganadería. Cuando venia bajando de la camioneta, Piedad lo interepta y le dice con urgencia en su voz que tenia que hablar con el a solas. Tenia miedo que Dionisio anduviera pro ahí y la pudiera escuchar. Daniel la llevo al recibidor de la Cabaña.

-Que paso Piedad, por que estas tan alterada?-

Piedad saca de su mandil los pasaportes y sin decirle nada, solo le extiende la mano para entregárselos, Daniel intrigado, los toma y los revisa, ahí se da cuenta que lo que tiene en sus manos puede ser por fin el final de ese hombre.

-Donde encontraste esto?-

-Pos, la Dorotea y yo estábamos sacando las cosas de del Señor Dionisio y la Seño Agustina de su recamara y ahí en un maletín negro estaba esos pasaportes con un montón de papeles que la verdad no supe si de que eran, pero los pasaportes los agarre yo, pos para dárselos a usted, por que ya antes la Dorotea y yo habíamos encontrado uno parecido quemado allá en los hornos de los corrales.-

-Vamos, llévame a donde tienen ese maletín, creo que ahí podemos encontrar por fin las pruebas para encerrar a ese desgraciado de una vez por todas.-

Daniel y Piedad salieron de la cabaña corriendo directamente a la nueva habitación donde habían llevado todas las cosas de Dionisio, Dorotea aun seguía ahí terminando de acomodar las ultimas cosas. Ellas le entregan el maletín completo a Daniel, que se sin importarle nada, toma el maletín y sale de la habitación hacia el despacho donde saca todos los documentos y empieza a revisarlos.  Ahí encuentra entre tantos papeles, un contrato donde se comprometían a vender la Malquerida y ser socio tanto el como Isidora de un centro turístico que se construiría en esas tierras. Daniel sabia que con eso seria mas que suficiente para meterlos a la cárcel. Así  que inmediatamente sale de la casa grande subiéndose de nuevo a la camioneta y acelerando al partir.

Por su parte Camila no lo vio cuando salía y entro al despacho donde Dorotea le había dicho que estaba él. Cuando Camila entro y no vio a Daniel, se encontró con  el maletín y varios documentos regados por todo el escritorio, ella empezó a levantarlos sin saber en realidad de que se trataban. Pero de pronto Dioisio entra al despacho y se sorprende de ver su maletín abierto y sus documentos sobre el escritorio.

-Se puede saber que demonios esta haciendo con mi maletín?- le dice furioso entrando rápidamente agarrando sus cosas.

-Esto es tuyo?- le pregunta Camila sin saber como había llegado hasta ahí.

Dionisio no ole contesta, solo toma el maletín y empieza a buscar algo, mueve los papeles y saca todo buscando algo específico. Al ver que no estaba lo que el estaba buscando, se pone muy molesto y en un tono fuerte le pregunta a Camila

-Donde están?-

 

-Donde esta que?- le pregunta Camila intrigada por su comportamiento, como si hubiera perdido mucho dinero. Dionisio entonces pierde el control y toma del brazo muy fuertemente a Camila jaloneándola hacia el y amenazándola una vez mas preguntándole donde estaban sus cosas. Camila solo lo miro asustada, nunca lo había visto tan agresivo, y solo intento zafarse de él. Esto hace que él pierda el control y tomando con ambos brazos a Camila, la empieza a jalonear preguntándole una y otra vez que le dijera donde estaban sus cosas o que si no se arrepentiría.

-Suéltame Dionisio, me estas lastimando!! No se de que me estas hablando, cuando yo entre, ya estaban estos documentos aquí.-

-No es verdad!- Le contesta Dionisio y le da una cachetada tan fuerte que la tira al piso haciendo que se golpeara la cabeza sobre la base del escritorio y perdiera el conocimiento.

En ese momento venia entrando Agustina, que por haber escuchado los gritos desde hace rato, iba a ver que estaba pasando y llego justo en el tiempo en que vio que la golpeaba sin poder evitarlo.

La preocupación por su hija la hiso correr hacia ella. Sin importarle que ahí estaba él. Agustina llamaba a su hija para hacerla reaccionar, pero al ver que no respondía empezó a gritar pidiendo ayuda. En ese momento Dionisio sale del despacho sacando el resto de documentos que quedaban en el escritorio. Agustina seguía gritando por ayuda aun mas fuerte cuando se dio cuenta que Camila tenia una herida en su cabeza que no dejaba de sangrar. La primera que entro fue Piedad que al ver lo ocurrido salió corriendo muy asustada en busca de Rodolfo que por suerte estaba en la cocina. Rodolfo entonces corre al despacho donde se encuentra con Camila tendida en el piso bañada en sangre, entonces la levanta y cargando la sube a una de las camionetas para llevarla al hospital.

jueves, 20 de septiembre de 2012

PARTE TRECE






PARTE TRECE


Estando solos en la cabaña, aun sintiéndose culpables por ocasionar la tristeza de Miriam ambos coincidían en que ella era una mujer buena que no merecía que le mintieran.

-Como quisiera que las cosas fueran diferentes- le decía Camila

-Si, también me hubiera gustado que Miriam no se hubiera ido así, me siento culpable.-

-Como hubiera sido nuestras vidas si yo me hubiera casado con Luis y tu nunca hubieras tenido que venir a la Malquerida?... ambos probablemente estaríamos tranquilos y contentos, no crees?.-

Daniel la miro extrañado por su comentario, - Te hubiera gustado nunca haberme conocido?-

-No, solo me hubiera gustado nunca haberle partido el corazón a Miriam. Y no había forma de que tu y yo estuviéramos juntos sin dejarla a ella triste.-

-Si, eso tampoco me gusto a mi, pero jamás cambiaria nada, solo por el placer de haberte conocido y de poder tenerte en mis brazos.-

Entonces Daniel acerco sus labios a los labios de Camila besándolos suavemente mientras la tomaba de las mejillas.  Camila respondía a sus besos siguiendo el movimiento de su boca. Con firmeza el comenzó a introducir su lengua masajeando la de ella y acercando mas su cuerpo al de Camila. El beso se intensifico, el la tomo por la cintura para levantarla y cargarla hasta la cama donde la dejo recostarse para postrarse sobre ella sin dejar de besarla. Luego empezó a besarle el cuello donde el sabia perfectamente que a ella le fascinaba, ella empezaba a respirar profundamente, las manos tibias de él empezaron a acariciarle la cintura y las caderas hasta que por debajo de la blusa de cuadros que llevaba puesta empezó a levantársela, ella levanto los brazos para que el pudiera quitarle la ropa dejándola con el brasier tan elegante de color negro satinado donde la media copa le dejaba un poco de sus pecho al descubierto y Daniel aprovecho para besarlos sintiendo como la piel de Camila comenzaba a erizarse. Sus caricias eran muy lentas como tratando de detener el tiempo para que ese momento nunca terminara. Camila se dio vuelta para poder levantarse de la cama y mientras Daniel la miraba intrigado y asombrado por la belleza de su mujer. Ella lo miro a los ojos con un brillo especial, una mirada que hasta a Daniel parecía no haberle visto antes. EL no le dijo nada de porque se levanto  solo continuaba mirándola, perdiéndose en sus ojos, ella entonces desabrocho su brasier y lo dejo caer, en ese momento el se sentó sobre la cama frente a ella, ella entonces dio un paso atrás. Daniel respeto su decisión y se quedo quieto sentado. Entonces ella subió un pie sobre la rodilla de el y bajo el cierre de su bota, el le ayudo quitándole la bota y lo mismo hiso con la otra pierna. Luego ella tomo de las manos a Daniel para hacer que se pusiera de pie y entonces aprovechar para desabotonarle la camisa  y quitársela por los hombros primero, dejando al descubierto sus musculosos brazos y su fuerte pecho, ella empezó a besarle el pecho haciendo pequeños patrones con su lengua mientras desabotonaba el pantalón de el. Para cuando el pantalón de Daniel cayo al suelo, ella pudo darse cuenta que el ya estaba erecto aunque aun cubierto por su ropa interior. Daniel por su parte no metía las manos al principio dejándola a ella que decidiera hasta donde quería llegar. Después de haberlo dejado desnudo, ella dio un paso atrás para observarlo y disfrutar visualmente del cuerpo de su hombre que era tan perfecto. El entonces de un par de segundos no soporto mas la espera y se abalanzó contra ella para cargarla como lo había hecho en la luna de miel y en tantas ocasiones mas. Para este momento, Camila todavía traía su pantalón negro ajustado del cual Daniel no tardo en deshacerse de el, dejándola al igual que él completamente desnuda.

                La noche siguió y siguió, entre caricias y besos, se entregaron completamente como si hubieran perdido algún tipo de conexión en el tiempo que no pudieron estar juntos, y que ahora lo hubieran encontrado al haber hecho el amor.

               Camila se durmió sobre el pecho de Daniel, el latido de su corazón la arrullaba y la relajaba a la hora de dormir, mientras tanto él la rodeaba con sus brazos como protegiéndola.

               En la madrugada,  Daniel se despertó al escuchar a alguien tocando la puerta de la cabaña tan fuerte que parecía que quien sea que fuera, le urgía que se levantaran. Daniel se levanto tratado de no despertar a Camila que aun seguía dormida en sus brazos, pero fue inútil el tratar de moverse sin despertarla, el ruido insistente de la puerta también hicieron que se despertara.

-Que esta pasando, quien esta tocando?-

-No se, déjame ir, haber que esta pasando?-

Para cuando Daniel salió de la recamara, pudo escuchar la voz de Dante que lo llamaba por su nombre.
-Daniel! Despierta por favor Daniel, estas aquí?!

Daniel le abre la puerta.

-Que pasa? Que haces tu aquí?-

Dante entonces entra inmediatamente a la cabaña, era muy temprano en la madrugada, parecía que el aun ni siquiera salía. Daniel no se había percatado que Dante llevaba en sus brazos un bultito cubierto con una cobijita, era Ágata que aun dormía.

-Daniel, no encuentro a Miriam. En el aeropuerto nos separamos un minuto en lo que ella me dijo que iba al baño, yo me quede con la niña pero jamás regreso, la busque por todos lados y no se donde pueda estar. Pensé que tal vez había regresado para acá. –

En ese momento sale Camila de la recamara e inmediatamente toma a Ágata de lo brazos de Dante.

-Dame a la niña, esta haciendo mucho frio afuera, la voy a acostar.- y Camila se metió a la recamara con la bebé recostándola en medio de la cama poniendo un par de almohadas a cada lado para evitar que fuera a caerse, entonces sale de nuevo para enterarse que estaba pasando con Miriam.

-Deja me cambio rápido y salimos a buscarla- entonces mira a Camila –Mi amor, pudieras cuidar a la niña en lo que salimos a buscar a Miriam?-

-si claro, no te preocupes.-

-Mira aquí hay algunas cosas de la  niña que me quedaron, unos biberones y algunos panales. Todo lo demás ya debe de ir en el avión camino a Chile.- agrego Dante.

          Así en la madrugada, a punto de salir el sol, Dante y Daniel salieron hacia el aeropuerto para empezar a buscarla, no sabían que pudo haberle pasado o donde pudo haber ido, pero tal vez entre los dos podían encontrarla mas pronto. Mientras tanto Camila se quedo con la bebe, recostándose junto a ella para dormir un poco mas en lo que la bebé despertaba.

          Un par de horas después, la bebé despertó llorando, Camila entonces abrió la bolsa que le había dejado Dante y saco unos panales y unos biberones que estaban aun sin preparar. Después de darle su biberón la iba a cambiar, pero se dio vio que no solo necesitaba cambiarla, si no que la tendría que bañar, entonces Camila lleno la tina con agua tibia y un poco de burbujas y se metió con la bebe a bañarse. 

          Entonces llega Daniel llamando a Camila por su nombre, ella le contesta que esta en el baño y entonces el entra y se asombra al verlas jugar con el agua tibia. El se sienta a un lado de la tina y jugueteando un poco con Agata, le cuenta a Camila que no la encontraron, que nadie la vio.

-No entiendo por que  se fue así, o si estará bien. Nunca había hecho nada así, y mucho menos alejarse de su hija.-

-Ya fueron a la policía?-

-SI, pero nos dijeron que después de 48 horas podemos levantar una denuncia, ahorita no podemos hacer nada mas que esperar.-

-Daniel, pues mientras aparece Miriam, necesitamos comprarle cosas a Ágata, pañales, leche y ropita también.-

-Si, vamos al pueblo, ahí podemos comprarle algunas cosas –

-Muy bien, entonces por favor toma esa toalla y ayúdame con la niña- Daniel agarra una toalla y toma a la bebe de los brazos de Camila,  y la ayuda a salir de la tina. 

             Esa tarde se fueron al centro comercial de Aculco Daniel, Camila y Ágata, entraron a algunas tiendas de las cuales salían con un par de bolsas, de una de las tiendas compraron una carriola donde colocaron a la bebé para poder seguir caminando por todos los pasillos. En otra tienda Camila estaba escogiendo un vestido que le había gustado para Ágata, cuando Daniel llega por detrás tapándole los ojos por un segundo mientras ponía frente a ella un par de mamelucos idénticos con rayas horizontales de color morado y verde. Después quito su mano de los ojos de Camila para que pudiera ver lo que el había elegido para los bebes.

-Mira mi amor, estos son para los bebés, te gustan? Yo se los escogí-

-Están preciosos!!, pero todavía es muy pronto para estarles comprando cosas, y aun no sabes si serán niños o niñas.-

-No importa, además estos colores son apropiados para cualquier sexo, verdad Agata?- Daniel hace una voz juguetona mostrando la ropita a la bebe, y después vuelve a mostrársela a Camila, ella se pone muy emocionada y le da un tierno beso.

-Bueno, pues entonces ya vámonos al rancho- Comento Camila.

-Si, ya es hora, además quisiera saber si hay alguna noticia de Miriam.-

       Salieron de la tienda con otro par de bolsas mas que Daniel venia cargando junto con el resto de las demás,  parecía Navidad con todas esas bolsas, Camila le ayudo colgando algunas de las bolsas en la carriola, cuando para su sorpresa se encuentran con Mariano que al ver a Camila la saluda con emoción y aunque Daniel no es su persona favorita, lo saludo también cordialmente.

-No esperaba encontrarlos por aquí- Dijo Mariano
-Si, venimos a comprar algunas cosas para la bebé- le contesto Camila
-Ah que bien, yo vine a comprarle algunas cosas a Ana también, ya va a entrar a la escuela y necesitaba ropa y zapatos.-

Entonces Ana en ese momento se acerca a su papá y al darse cuanta que estaba junto a Camila y Daniel, los saluda un poco fría, ya que a ella tampoco le cae muy bien Daniel. Pero su voz y actitud cambio de inmediato cuando vio a la bebe en la carriola y se acerco a ella para saludarla.

-Que bonita bebé, como se llama?-

-Ella es Agata- le contesto Camila

-Es tu hija, Camila?-

-No Ana, ella es hija de Daniel y de Miriam.-

-Y por que la traes tu? Donde esta su mamá?-

En ese momento Camila hizo una pausa pensando en cual seria la mejor respuesta para contestarle, entonces Daniel le contesto por ella.

-Su mamá no pudo venir, esta ocupada y por eso venimos Camila y yo.-

-Esta muy bonita. Puedo jugar con ella?-

-Claro que si hermosa, luego le dices a tu tío Pablo que te lleve al rancho para que puedas jugar con ella cuando quieras.-

Entonces Camila se despidió diciendo que tenían que irse, y así partieron, Mariano solo observo como se alejaban los tres, sintiendo un poco de nostalgia por verlos como una familia y no ser él y Ana los que estuvieran juntos.

De regreso en la Malquerida Camila empezó a sacar toda su ropa de uno de los cajones de la cabaña, dejándolo completamente vacio para dejar espacio donde empezó a guardar toda la ropita de Agata, incluso habían comprado una pequeña cuna plegable que seria algo provisional solo para que la bebe pudiera dormir sus siestas sin correr peligro de caerse de la cama.

-Daniel venia entrando a la recamara cargando en sus brazos a la bebé y observando a Camila poner todas sus cositas en orden con tanta emoción, que solo se quedo parado para no estorbarle.

-Mi amor, compraste muchas cosas, no creo que Miriam se pueda llevar todo es a Chile. Por que probablemente mañana venga por la niña y tu le compraste tantas cosas como si se fuera a quedar por mas tiempo.-

Entonces Camila miro a su alrededor viendo todas las bolsas y juguetes por todas partes dándose cuenta apenas de que si era bastante.-

-Si, tienes razón. Pero es que hay tantas cosas tan hermosas que no me pude resistir- Le contesto Camila con un poco de frustración. Daniel solo le sonrió con ternura de verla tan emocionada con todas las cosas de bebé.

-Bueno, pues muy pronto estarán otros dos bebes con los que me temo que la Malquerida se ira a la quiebra con todo lo que les vas a comprar.-

Camila se acerco a Daniel y a Ágata tirando unas bolsas que traía en las manos para poder abrazarlos.

                Los días pasaron y la búsqueda de Miriam continuaba, ya habían ido a meter la denuncia de su desaparición, pero aun no habían podido localizarla ni saber nada de ella. A Dante no le quedo más que regresarse a Chile, ya no podía estar más tiempo ausente de su trabajo y partió de regreso a su país después de un par de semanas sin saber nada de Miriam. Daniel mientras tanto ya había puesto al tanto a su cuñado para que a través de sus contactos lo pudieran ayudar. Ya habían hecho todo lo posible por intentar localizarla pero hasta ese momento todo había sido inútil. Camila por su parte disfrutaba de tener a Ágata, a veces se la llevaba a que de lejos viera a los toros, otras veces la llevaba al lago. Si no andaba con ella recorriendo todo el rancho, la llevaba Luzma quien se había convertido en su niñera oficial por las tardes y algunas noches en las que Daniel y Camila deseaban estar solos.

                Mas meses pasaron y la situación no había cambiado, la niña ya había crecido un poco mas y la pancita de Camila también. Ya era muy notorio su embarazo, ahora ya había dejado sus ajustadas blusas de cuadros por algunos vestidos y blusas más acorde a su vientre la cual la hacían ver tan hermosa, con esa mirada única que había tenido desde hace tiempo y que Daniel no le había notado hasta aquella noche en que le volvió a hacer el amor por primera vez después de que Miriam había desaparecido. Ágata ya empezaba a querer sostenerse sobre sus propios pies, podía dar unos pasitos siempre y cuando alguien la sostuviera de las manitas, pero lo que mas les encantaba a Daniel y Camila, era que ya hacia ruiditos como queriendo tener una conversación, aunque sus palabras no sonaran a ningún idiomas conocido. En una ocasión mientras Camila le daba de comer en la cocina con ayuda de Piedad y Luzma, La bebé comenzó a balbucear y entre su balbuceo Ágata dijo la palabra “Mamá” Camila se quedo asombrada, Piedad y Luzma también escucharon lo que dijo la bebé.

-Dijo Mamá?... Escucharon? Dijo Mamá!- Decía Camila emocionada, pero luego el semblante le cambio cuando se dio cuenta que ella no era su mamá.

-Ay princesa, te adoro como si fueras mi hija, y no solo por que eras hija del hombre de mi vida, si no por que eras una bebé divina. Pero un día va a regresar tu mami y no quiero que te vayas a sentir confundida. Yo soy C A M I L A. puedes decir mi nombre bebé? CAAAMMMIIILLLAAA- le repetía lentamente para que pudiera entenderlo, pero Ágata solo seguía comiendo sin prestarle atención.


PROXIMO FINAL DE LA VERSION ALTERNATIVA DE AMOR BRAVIO...
NO TE PIERDAS LO QUE PASARA DESPUES DE FILMAR LA TELENOVELA EN MI NUEVA WEB NOVELA "LA CHICA DE LA TELE"