QUINTA PARTE
A las puertas de la Malquerida estaba Daniel ya listo con
una maleta acompañado por Miriam y Rodolfo que estaban esperando a Camila para
poder llevarlo al aeropuerto. Camila venia caminando con la cabeza agachada y
arrastrando una pequeña malera, se acerco a la camioneta sin darse cuenta que
Daniel estaba cerca de ella, disponiéndose
a tomar de sus manos la maleta, al momento en que tomo la perilla de la
maleta, toco la mano suave y delicada de Camila, en el momento en que Camila
sintió el calor de su mano, ese calor que solía ser parte de ella y ahora es
prohibido.
Daniel subió enseguida la maleta y le abrió la puerta
trasera de la camioneta, y cerrándola detrás de ella, luego se acerco a Miriam
para despedirse, ella le quiso dar un beso, pero los labios de Daniel parecían
fríos, era obvio por la mirada de Miriam que sintió el rechazo, pero sin decir
nada, solo dio un paso atrás para dejarlo pasar del otro lado de la camioneta.
Así partieron, de la Mal Querida.
Todo el camino al aeropuerto no habló mucho, Camila venia
muy pensativa y preocupada por los toros. Daniel que venia sentado a un lado de
Camila en la camioneta, solo se sentó mas cerca de ella y le tomo la mano, ella
solo observo las manos y reposo su cabeza en su hombro, tomando con mas firmeza
la mano de Daniel.
-Estaremos llegando a Santiago como a las 9 de la mañana,
buena hora para conseguir la cura, podemos regresar mañana mismo si
quieres. Le decía Daniel
-SI, quiero regresar lo antes posible.
El camino fue largo y cansado, fueron muchas horas en un
avión, y aunque solo iban los dos solos, Camila siempre hiso notar una distancia entre
ellos, Daniel tampoco quiso aprovechar el momento, le dio su espacio y estaba
ahí cuando ella necesitara. En el avión
viajaron toda la noche y aunque viajaron en primera clase donde los asientos
son mucho mas cómodos, Camila parecía no estar cómoda, se movía de un lado a
otro tratando de buscar su lugar, EL sin preguntarle ni avisarle la tomo del
hombro para recorrerla hacia el y poner su brazo alrededor de ella, para que se
pudiera recargar mas cómodamente sobre el, ella abrió los ojos pero sin
voltearlo a ver, le tomo unos segundos decidir si se quitaba o se quedaba entre
sus brazos, sin pensarlo mas, se movió un poco solo para acomodarse mejor entre
los brazos de Daniel, con su mano tomo la de el engarzándose entre sus dedos y
cerro sus ojos para dormir.
Una voz diciendo que estaban a punto de aterrizar, fue lo
que despertó a Camila y lo primero que vio al abrir los ojos era el rostro
hermoso del hombre que ama a tan solo unos centímetros de ella, estaba tan
cerca que podía sentir su respiración sobre su rostro. Daniel aun dormía, verlo
así le hizo recordar la luna de miel cuando con sus besos lo despertaba. Las
ganas de volverlo a despertar igual se hicieron presentes, lo observo cada
respirar, era el hombre mas hermoso, y no podía dejar de verlo, Daniel abrió los
ojos y le sonrió.
-adoro despertar y que estés junto a mi- le dijo Daniel.
Camila solo se levanto, soltándose de su abrazo y se acomodo un poco el
cabello, preparándose para el aterrizaje, toda la gente del avión parecía estar
haciendo lo mismo, despertando y dándose los últimos retoques. EN cuestión de
unos minutos empezaron a aterrizar, Camila veía por la ventana la hermosa
ciudad, haciéndole el comentario a Daniel que se veía muy bella.
Llegando al aeropuerto de Santiago de Chile, Daniel miraba a
su alrededor, observando su tierra, el lugar que lo vio nacer, sintió añoranza,
hacia ya vario meses que había dejado su tierra.
-Podemos tomar un taxi que nos lleve directo al laboratorio
o prefieres que lleguemos a un hotel para que descanses un poco primero? –
Pregunto Daniel.
-No, mejor vamos directo, descansare mas tranquila cuando
tenga la cura primero. Después podemos checar el próximo vuelo de regreso.
-Esta bien, pero creo que deberías de descansar un poco, en
tu estado no es muy saludable que te malpases tanto.
-Estoy bien. Vámonos no quiero que pase mas tiempo.-
Del aeropuerto al laboratorio tomaron un taxi que los cruzo
por toda la ciudad, Camila miraba por la ventana admirada de lo bello que era
la ciudad, mientras tanto Daniel parecía su guía de turista, contándole un poco
sobre la ciudad y sus calles y una que otra anécdota personal.
-Que bella es tu ciudad.-
-No tan bella como tu, pero si me encanta, sobre todo de
noche, en esta placita que vez ahí, siempre se pone bellísimo, mucha gente con
sus familia recorren los pasillos y hay orquestas. Siempre pensé que cuando
viniéramos juntos, te traería a conocer esta parte de la ciudad.-
Mientras tanto en la Mal Querida, Miriam y Dante paseaban
por los jardines con la carreaola de la bebe, Miriam le platicaba que se
sentía algo extraño en Daniel, que
pareciera que hay una barrera, que tenia miedo de que algo grave le hubiera
pasado que no pudiera contárselo.
-Ya no me mira como antes, ya no siento ese calor cuando
estoy junto a el, por el contrario, se ha vuelto frio y distraído, Tu no sabes
que le pueda estar pasando? Dante, tu eres su mejor amigo, no te ha dicho nada
o que te haya contado algo?
-Daniel ha pasado por muchas cosas estos meses, muchos de
esos cambios no han sido fáciles para el, se que la situación de este rancho es
algo muy delicado, pero estoy seguro que el mismo te lo contara cuando el
tiempo sea el adecuado.-
-No me digas que es algo malo?-
-Hasta donde tengo entendido, Daniel junto con Camila han
pasado por muchas cosas para salvar este rancho y esto que esta pasando con los
toros en solo una muestra de las tantas cosas.
-Ahora entiendo por que Daniel no quiere dejar el rancho,
les a agarrado un gran afecto a todos aquí que ahora entiendo que quiere estar
cerca para cualquier cosa.-
Dante la miraba con preocupación, sabia que el momento para
decirle la verdad sobre Daniel y Camila, nunca iba a ser un buen momento, jamás
o es cuando se trata de una noticia así. No podía dejar de sentir tanto amor y
tanta ternura.
Después de un rato de seguir caminando por los jardines,
Miriam saco al tema lo de que buscaría una mujer para por fin hacer su vida a su lado.
-Estas enamorado de alguien?-
-Si, una mujer que es prohibida, ella esta casada y
profundamente enamorada de su marido, solo que su marido no le corresponda
igual.-
-Pues si ese es el caso Dante, lucha por ella, demuéstrale
que tu la amas y tal vez pueda corresponderte.
De regreso en Chile, conseguir el antídoto no fue difícil
gracias a los contactos del veterinario de Buena ventura, por fin tenían las
vacunas que podría salvar al ganado. Camila insistió en regresar al aeropuerto
para comprar de inmediato el boleto de regreso, a pesar de la insistencia de
Daniel por hacerla que descansara un rato, Camila se vio muy determinada a
hacer llegar las vacunas lo antes posible. Al llegar al aeropuerto, les
informaron que el vuelo mas próximo a Toluca era por la tarde del día
siguiente, el de ese día acababa de despegar. Camila le insistió a la señorita
que buscara otras rutas, y al parecer cualquier forma de intentar llegar antes
que el vuelo de mañana, era igual que transbordar de un lado a otro. Camila
empezó a exaltarse por la preocupación de dejar pasar mas tiempo, entonces
Daniel la tomo por los hombros y la separo del mostrador tratando de
tranquilizarla.
-Mi amor, cálmate por favor… necesito que estés tranquila.
Se me ocurre algo para hacer llegar esto, pero primero estate tranquila.- le
dijo mientras la abrazaba. Después de unos minutos, ella estaba tranquila, los
brazos de Daniel tenían ese efecto en ella.
A Daniel se le ocurrió ver la posibilidad de mandar las
vacunas por un avión de carga, solo era cuestión de saber si había alguno que
fuera a salir pronto. Le platicaron este asunto a la señorita del aeropuerto, a
lo cual ella asintió que los aviones de paquetería podía haber una posibilidad.
Así lo hicieron, pudieron mandar las vacunas y Rodolfo se
encargaría de ir a recogerlas directamente al aeropuerto, así estas estarían a
las 9 de la mañana en la Mal querida aunque Daniel y Camila llegaran mucho
después.
Por fin después de todo el ajetreo del aeropuerto y las
vacunas, llegaron a un hotel cerca de la plaza que Daniel quería llevarla a
conocer. Al llegar recepción Daniel pidió 2 habitaciones sencillas, la señorita
de recepción anoto unas cosas en la computadora y tomo un par de tarjetas,
entregándoselas a Daniel. –Aquí tiene las llaves es la habitación 306 y 307. El
botones tomo las dos pequeñas maletas que traían y los llevo a la habitaciones.
no, eso se pone cada vez mejor (: Gracias por escribir
ResponderEliminare estado viendo amor bravio y ahorita es puro sufrir y llorar, pero al leer esta historia tuya me pone muy feliz ,hasta me alegra el dia ya espero la sexta parte con muchas ganas y felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias que linda, lo mismo me pasa por eso hago esta historia. aveces me la.creo tanto que se me confunde lo q pasa en la tv o lo q escribo en el blog jjeje.
EliminarMuchas gracias que linda, lo mismo me pasa por eso hago esta historia. aveces me la.creo tanto que se me confunde lo q pasa en la tv o lo q escribo en el blog jjeje.
EliminarSaludos Jamie, buen trabajo
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