SÉPTIMA PARTE
La mañana
siguiente Daniel despertó con el amor de su vida entre sus brazos, no quiso
moverse para no despertarla ni para que el momento terminara. Solo la miraba
como queriendo memorizar cada curva de su rostro, y aunque ella tenia sus ojos
cerrados, el podía verle el alma como una luz que radiaba de su piel. No pudo
evitar tocarle suavemente las mejillas, el toque suave hizo que Camila
despertara. Al verlo tan cerca le sonrió, Daniel se acerco mas para besarla y
ella le respondió el beso.
De
regreso en el aeropuerto de Chile, Camila y Daniel llegaron tomados de la mano
como si fueran una pareja de recién casados, Daniel aprovechaba cada instante
para robarle besos, incluso uno de esos besos fue tan intenso que la cargo por
la cintura levantándola del piso, Camila solo se aferro a su cuello para no
caer y se dejo llevar por sus sentimientos.
Mientras tanto en la Malquerida, las vacunas ya habían llegado
desde muy temprano, y se dispusieron todos a empezar a vacunar incluso gente
del rancho Buenaventura llego para apoyar, seria un día muy agotador, pero no había
tiempo que esperar, ni para descansar. No podían esperar por Camila, ellos tenían
que empezar ya, así fuera quedarse también toda la noche trabajando.
Miriam
mientras tanto no había tenido noticias de Daniel desde que se fue, había esperado
tener una llamada o algo pero, pero el pareció olvidar que tiene esposa e hija.
Dante que había quedado de invitarla a desayunar, paso por ella y se las llevo
al restaurant que Doña Amanda.
-Buenos días Doña Amanda,
mire le presento a Miriam, ella es la esposa de Daniel.- le dijo Dante presentándole
a la mujer que venia a su lado.
-Buenos días, que gusto por fin conocerla, ya me han
platicado mucho de usted y de la pequeña Ágata, bienvenida, siéntense- Les
contesto Amanda my cordial.
-Muchas gracias señora, Dante no deja de decirle lo delicioso
que cocina usted, así que vengo a deleitarme.-
Miriam se sentó en la silla que le recorrió Dante muy caballerosamente
y se dispusieron a ordenar, después que habían pedido el desayuno, en lo que
esperaban que les sirviera, Miriam aprovecho el momento para platicar con Dante
sobre los cambios de Daniel, que no había tenido ni una llamada desde que se
fue, Dante trato de justificarlo diciéndole que tal vez habían tenido problemas
con las vacunas o que cualquiera que fuera el motivo por el cual no le había llamado,
seguro tendría una explicación.
-Por mas que me esfuerzo, por mas cariñosa que soy con el y comprensiva,
mi Daniel ya no es el mismo,. Como quisiera saber que es lo que le esta
pasando, pero parece que me perdió la confianza, antes nos platicábamos todo y
ahora ya no se que decirle para que tenga interés en mi, en su hija.-
-Miriam cálmate, veras que pronto las cosas van a volver a
la normalidad, dale tiempo-
-No Dante, no creo
que sea cuestión de tiempo, yo a Daniel le daría todo el tiempo del mundo, pero
creo que las cosas ya son diferentes, este ya no es mi Daniel. Este es un hombre completamente
diferente y tengo miedo que jamás vuelva a ser como el de antes.-
-Oye, y si Daniel no volviera a ser como antes? Que harías?-
-Ay no se, no quiero pensarlo, yo me enamore del hombre cariñoso,
tierno y atento que era antes y sobre todo del fuego en su mirada, y ahora que
lo veo ya no hay ese fuego… Creo que vi mas pasión la otra noche que lo vi
discutir con Camila que ni conmigo- dijo Miriam en un tono sarcástico, sin imaginarse
que precisamente ahí, en los ojos de Camila esta ese fuego que ya no ve con
ella.
Dante
se puso un poco nervios por el comentario, pero intento disimular, en ese momento
llego la señora Amanda con un par de platos con chilaquiles que les puso sobre
la mesa.
De vuelta en el avión, Daniel sentado en el asiento junto a
Camila le agarraba la mano besándola y acariciándola con ternura, pero ella parecía
ya distante.
-Mi amor estas bien, te sientes bien?-
-Si, estoy bien- le
dijo con un tono triste y se recargo sobre él. Pero después de unos segundos
levanto la cabeza para mirarlo de frente, como si hubiera agarrado valor para
decirle lo que le estaba agobiando.
-Daniel… anoche no debió pasar. No me arrepiento mi amor por
que te amo, pero no puede pasar de nuevo, y… creo que lo mejor será no vernos
mas.- A Camila se le cortaba la voz al decirle estas palabras, sus ojos
empezaron a humedecerse hasta correr por las mejillas las lagrimas de dolor por
dejarlo ir, ella sabia que haber hecho el amor con él haría esta decisión mas difícil,
una decisión que había tomado una noche antes en el restaurant.
-Pero Camila que estas diciendo, no mi amor, no te rindas,
vamos a salir de esto, tu, nuestro hijo y yo vamos a estar juntos, solo ten un
poco de paciencia.-
-Paciencia?!! No es por falta de paciencia, en verdad si yo
supiera que hay una solución, yo te esperaría toda la vida, pero no la hay! O que
solución le encuentras, decirle la verdad y que muera?! Obvio no Daniel!-
Camila empezó a alterarse a levantar la voz dentro del avión, pero
inmediatamente se dio cuenta que se estaba sobe exaltando y agacho la cara
entre sus manos mientras empezaba a llorar tratando de contenerse lo mas
posible y entonces empezó a hablar de nuevo en susurro.- Sabes que no hay mas
lucha por hacer, ella va a vivir… tiene que vivir muchos años , por ti y por tu
bebé-
-Y que hay del amor que siento por ti? Tu crees que es justo
para Miriam también, que la engañe, que este con ella sin amarla? Yo ya no se
si la pueda hacer feliz, no mientras tu estés dentro de mi corazón. Le decía Daniel
casi al oído para que nadie escuchara, mientras que la tomaba fuertemente de la
mando, Camila con la cabeza agachada lo miraba mientras buscaba las palabras
adecuadas, pero no salían. Daniel la tomo de la cara con ambas manos para darle
un beso en la boca y después decirle: -A mi hijo tampoco lo pienso ocultar,
tarde o temprano tendrá que saber yo soy el papá de tu bebé. Camila se quedo
callada, ya no supo que contestar, solo se recargo sobre el pecho de el sin
decir nada mas.
De vuelta en Aculco, Miriam y Dante ya habían desayunado, y
estaban caminado con la bebe en la carriola por la placita para conocer un poco
mas el pueblo. Se detuvieron en un par de tiendas que vendían manualidades,
entre ellas había un hermoso florerito de barro decorado con colores muy
llamativos, a Miriam le llamo mucho la atención que un florero fuera tan lleno
de colores, algo que no se ve en Chile.
-Esta precioso!- decía ella mirándolo con expresión de
asombro
-En verdad te gusta? – le pregunto Dante
-Si, esta divino-
Ah pues si te gusta te lo regalo, s tuyo-
-ay no, claro que no-
-si tómalo como un regalo por tu recuperación, ándale tómalo,
me daría mucho gusto que lo tuvieras en tu casa, así si Daniel te regala
flores, ya tienes donde ponerlas.
Miriam lo acepto muy contenta y en agradecimiento le quiso
dar un beso a Dante en la mejilla, pero fue tan repentino para el que sin esperárselo
por instinto y deseo de tenerla cerca, se voltio recibiendo el beso de Miriam
en los labio. En el momento en que Miriam sintió los labios de Dante en los
suyos, se quito muy apenada y sonrojada. Pero el no parecía estar nervioso, si
no por lo contrario hubo un cambio en su mirada, como mas encantadora que
Miriam al mirarlo se quedo clavada en sus ojos sin comprender lo que estaba
sintiendo, como descubriendo en ella una nueva sensación, pero a la vez
asustada. Dante no pudo resistir y comenzó a acercarse a ella muy lentamente,
esperando a que ella lo detuviera en el camino, pero Miriam no reacciono, no se
movió y solo se quedo quieta sin pensar nada, entonces Dante la beso, poniendo
su mano sobre su cuello mientras que ella respondía a su beso.
ay me encantó que a Dante le nueva el tapete a Miriam ((((: ya quiero leer la otra parte!!!!!!!
ResponderEliminarque hermoso me encata ... eres muy buena
ResponderEliminarwooww todo seria menos sufrido si esto pasara en tv me encanto q qiero leer la siguiente :D
ResponderEliminarmaravilloso lo que escribes , me gusta mucho , ya espero la octaba parte , hasta entro todos los dias para ver si ya esta cada capitulo soy mega adicta , felicidades
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